Shakespeer y Shakespeare.


Shakespeer
acontece en un cruce improbable de dos sentidos.

El primero, en la unión de dos palabras: shake [-up] (sacudir, agitar, remover bruscamente; debilitar, desalentar... pero también zafarse, liberarse). Y peer que, en una de sus acepciones señala a quienes son pares en un grupo (por edad, posición social y/o habilidades) y en laotra acepción describe la posesión de título nobiliario en el Reino Unido (esto incluye a quienes alcanzan honor de
Lord y por eso su lugar en la Cámara).

El segundo sentido es más intuitivo: la similitud fonética con el apellido del genial William, quien conocía varios (más) de los vericuetos del corazón humano.


En ese cruce breve, en ese chispazo más que improbable, en ese enlace natural, se despliega este blog.


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22/01/2012

Tolstoi lo aclara (y con arte).

Plumas. De metal y de bambú.
Ambas funcionan a la perfección. 
Tengo aquí una perla grande y brillante de Tolstoi que me topé no hace mucho. El esfuerzo que hace por definir algo tan imposible de atrapar (salvo que te llames Tolstoi y hayas escrito alguna que otra obra maestra), es digno de atender. Intentar recorrer ese camino por fuera de esa tracción brutal e ineludible que produce la idea (y experiencia) de la belleza a la hora de encontrar algún clivaje que nos permita siquiera empezar a caracterizar esa acción (interna o externa), esa completitud que incomoda llamada 'arte', es todo un avance. Lo que aquí aparece destacado a través del tamaño de la letra es, sin duda, con lo que me quedo de este fragmento... Y no podría comentarlo, porque en cualquier caso sería denostarlo. Para qué comentar lo que ya está dicho? Ah, los otros destacados en negrita y color, también son míos (y me fueron inevitables).


¿Qué es el arte?

León Tolstoi

¿Qué es, pues, el arte, considerado fuera de esa concepción de la belleza que sólo sirve para embrollar inútilmente el problema? Las únicas definiciones del arte que demuestran un esfuerzo para substraerse a esa concepción de la belleza, son las siguientes:

1º Según Schiller, Darwin y Spencer, el arte es una actividad que tienen hasta los animales y que resulta del instinto sexual y del instinto de los juegos;

2º Según Verón, el arte es la manifestación externa de emociones internas, producida por medio de líneas, de colores, de movimientos, de sonidos o de palabras;

3º Según Sully, el arte es la producción de un objeto permanente o de una acción pasajera, propias para procurar a su productor un goce activo y hacer nacer una impresión agradable en cierto número de espectadores o de oyentes, dejando aparte toda consideración de utilidad práctica.

Aunque superiores a las definiciones metafísicas que fundan el arte sobre la belleza, estas tres definiciones tampoco son exactas.

La primera es inexacta porque, en vez de ocuparse de la actividad artística propiamente dicha, sólo trata de los orígenes de esta actividad. La adición propuesta por Grant Allen también es inexacta, porque la excitación nerviosa que cita se manifiesta en otras formas de actividad humana, además de la actividad artística, y esto es lo que ha producido el error de las nuevas teorías estéticas, elevando al linaje de arte la confección de hermosos vestidos, de suaves perfumes o de guisos agradables. La definición de Verón, según la cual el arte expresa las emociones, es inexacta porque un hombre puede expresar sus emociones por medio de líneas, de sonidos, de colores o de palabras, sin que su expresión obre sobre otros; y en tal caso, no sería nunca una expresión artística. La de Sully es inexacta porque se extiende desde los ejercicios acrobáticos al arte, mientras hay, por el contrario, productos que pueden ser arte sin dar sensaciones agradables a su productor ni al público; así ocurre con las escenas patéticas o dolorosas de un poema o de un drama.

La inexactitud de todas estas afirmaciones procede de que todas, sin excepción, lo mismo que las metafísicas, cuidan sólo del placer que el arte puede producir, y no del papel que puede y debe desempeñar en la vida del hombre y de la humanidad.

Para dar la definición correcta del arte, es pues, necesario ante todo cesar de ver en él un manantial de placer, y considerarle como una de las condiciones de la vida humana. Si se considera así, se advierte que el arte es uno de los medios de comunicación entre los hombres.

Toda obra de arte pone en relación al hombre al que se dirige con el que la produjo, y con todos los hombres que simultánea, anterior o posteriormente, reciben impresión de ella. La palabra que transmite los pensamientos de los hombres, es un lazo de unión entre ellos; lo mismo le ocurre al arte. Lo que le distingue de la palabra es que ésta le sirve al hombre para transmitir a otros sus pensamientos, mientras que, por medio del arte, solo le transmite sus sentimientos y emociones. La transmisión se opera del modo siguiente:

Un hombre cualquiera es capaz de experimentar todos los sentimientos humanos, aunque no sea capaz de expresarlos todos. Pero basta que otro hombre los exprese ante él, para que enseguida los experimente él mismo, aun cuando no los haya experimentado jamás. Para tomar el ejemplo más sencillo, si un hombre ríe, el hombre que le escucha reír, se siente alegre; si un hombre llora, el que lo ve llorar, se entristece. Si un hombre se irrita o excita, otro hombre, el que lo ve, cae en un estado análogo. Por sus movimientos o por el sonido de su voz expresa un hombre su valor, su resignación, su tristeza; y estos sentimientos se transmiten a los que le ven o le oyen. Un hombre expresa su padecimiento por medio de suspiros y sonidos, y su dolor se transmite a los que la escuchan. Lo propio ocurre con otros mil sentimientos...



05/01/2012

El Reaccionario Democrático.

Parece que la democracia también tiene la culpa de que uno de los elementos más subversivos que existen haya aparecido. No piensen en bombas, ideas revolucionarias, dispositivos táctico-estratégicos de asalto a palacios de gobierno. No. Hay uno más dañino y que seguramente muchos no lo señalan como tal: la comedia. Se dice incluso, que los comediantes, sin la democracia, tal vez no hubiesen aparecido. La razón está en que las primeras comedias en occidente, acontecieron por las tierras de la antigua Grecia, donde se la concibió como una comedia costumbrista, algo que, claramente, precisa de la libertad de expresar una crítica.

Hubo unos pioneros, como en todos los demás casos. Eran Epicarmo, Crátino y Eupolis, que se servían del teatro para burlar, parodiar y molestar a partidos, políticos e ideas. Por supuesto, el gran Pericles, quien les dió la posibilidad de ser (como de los demás ciudadanos que gobernaron en todo el período democrático) no se salvó de ser objeto de esas burlas. Eran las reglas del juego: por eso no pensemos que los comediógrafos no eran democráticos, sino que eran escritores buscando el éxito -como todos los demás-, y, en este caso, eso se conseguía críticando el orden constituido. Por eso, si éste era democrático, las comedias serían sin duda aristocráticas y conservadoras para oponérsele (curiosamente, nada más democrático que este ejercicio).

Hubo un comediógrafo que inventó la comedia de sátira política, o sea que era, definitivamente, palabra mayor: se llamó Aristófanes, y era un reaccionario de familia noble rural (siempre ensimismado, hasta se atrevía a mostrar su simpatía por Esparta, con la que los griegos lucharían en larga guerra). En 450 a. C., la democracia no era la del período dorado de Pericles, sino la de Cleón 'el Curtidor'. Aristófanes no podía dedicarse a la tragedia, que lo obligaba a ciertos temas, sino a la comedia, que le permitiría enfrentarse al presente. Como si la parodia no alcanzase, la tradición dionisíaca de las procesiones fálicas, presente en todo el teatro, hacía que la comedia tuviese un lenguaje de lo más procaz. Hubo un caso que comenzó en 470 a. C. con Epicarmo y continuó con sus seguidores, los que a fuerza de usar palabras soeces, lograron que en 400 a. C. se promulgase una ley para frenar esa prodigalidad de palabras brutales. No controlaron igual a la sátira política, y por eso Crátino hizo de Pericles las burlas más extremas y Ferécrates se cansó de exaltar la tradición aristocrática contra el avance democrático. Otro escritor notable fue un amigo (y luego enemigo) de Aristófanes: Eupolis, con quien se alternaron entre atacar el régimen y el trabajo del otro.

[La comedia era un género menor y subsidiario, sólo un apéndice de la tragedia, que, al igual que muchas películas taquilleras del género hoy en día, se la toleraba por lo que rendía en la taquilla. Algunas, carecían de trama, y se representaban sólo por los gags e imitaciones mordaces que hacían.]

Aristófanes, este reaccionario que ejercía derecho tan democrático, llegó a subirse al escenario con el indumento del strategos, mientras Cleón, en la audiencia, asistía a su burla. Hasta llegó a aplaudirlo, sólo que luego lo denunció y lo hizo multar. Una vez pagada, Aristófanes no dudó en escribir otra comedia, con el mismo personajes -obviamente-, pero esta vez lo ridiculizaba mucho más -obviamente-. Cleón la vió, pero esta vez no se puso quisquilloso.

Hasta aquí, Aristófanes se metía con politicos (no menciono a la democracia, porque ella no era lo mismo que hoy consideramos acerca de ella y la comparación sería dudosa). Y, criticar políticos se torna un pecado bien venial si pensamos en los siglos en que hemos padecido su indolencia. Pero Aristófanes se ocupó de otros asuntos (tal vez más sensibles a los que fuimos criados en a mitad occidental, tan inoculada de la cultura grecorromana): el racionalismo laico creciente -al que veía responsable del declive de la religión-, lo que lo llevó a poner en el escenario a sofistas, a Anaxágoras y su amigo Sócrates (como en 'En Las Nubes', donde aparece vestido de «tendero del pensamiento»). Otra víctima fue Eurípides, a quien deploraba con pasión, así que lo mandó al matadero del escenario con las ridiculeces más completas (incluso post mortem!). Con él, atacaba el progresismo y cierto 'feminismo' que bregaba por una sociedad igualitaria. O sea, nada de corrección política, como verán.

Aristófanes tenía tantas groserías disponibles para ofrecer como Crátino. Aún cuando defendía la religión, se dio el lujo de parodiar a los Misterios eleusinos, a Dionisio, y hasta a Zeus. De hecho, no se ponía rojo de apelar a calumnias y difamación. Era, como tantos otros, un hombre brillante que se volvía imbécil cuando se trataba de los hombres y situaciones que detestaba. Eso hizo que las tramas sean muchas veces un simple pretexto. No obstante lo anterior, también se dice que (y preparense, porque es fuerte): jamás se comprenderá a Atenas si no se lee a Aristófanes. En su obra están desparramadas las costumbres, las miserias, las modas atenienses. Es el Dickens que mostró lo mejor y lo peor que tenía Atenas.

La comedia de sátira política murió mientras Aristófanes aún vivía (ya saben: muchos excesos traen muchas censuras) y, como en el cliché de la tragedia del escritor, Aristófanes murió escribiendo comedietas sentimentales. Peor imposible.




26/07/2011

Yo vi.


Interesantes fotos muestran algunos posts de EyeSaw. Y brillante su juego fonético entre 'el ojo - ve / el ojo [que] ve' y su fonética, que es casi idéntica a la sentencia 'Ví' / 'Yo ví' (I saw). Principalmente, recopilan intervenciones públicas relacionadas a publicidades y además, realizan alguna que otra vez, esas intervenciones. Veamos algo de lo que presentan como tal:




'No Alimente a los Animales'. Para esta intervención, sus autores aseguran que, cuando se trata de comer en la ciudad, el mundo es nuestra langosta. Hay tantas opciones por el simple hecho de que hemos sido forzados por el Big Man -y su sofisticada campaña publicitaria- a comer pollo y hamburguesas todo el día, pero eso no quiere decir que tengas que comer efectivamente su mierda [sic].









Los logos y las identidades de marca han sido cortadas del refugio de ómnibus advirtiendo y juxtaponiendo con la silueta del logo del blog para producir una imagen de irónica verdad.

















La intervención 'Burger King' sugiere que desde la infancia estamos siendo sobornados con juguetes y pelotas por codiciosas corporaciones en un intento de ganar clientelas de por vida, ignoando las consecuencias que este tipo de comida provoca en detrimento de nuestra salud.















Luego de que instalaron esta pieza, la gente de EyeSaw decidió mantenerse un rato en la parada de autobús (sin pretender algún efecto con ello) para observar la reacción de la gente. Una pareja de adultos mayores se acercó y escucharon a ella decirle al hombre: 'qué están vendiendo ahora? a lo que él respondió: 'parece una película de terror'.


¡Ah! Casi lo olvido. Titularon la intervención con una cita: 'El último capitalista en la tierra que colguemos será el que nos venda la soga'. -Karl Marx.










Como si todas estas intervenciones no fuesen interesantes, 'los EyeSaw' además hicieron lo que sigue. Dejemos que, como siempre lo hacen, las imágenes comuniquen su mensaje y ustedes construyan, cada uno, su sentido:



























Y la que más me gustó:

La libertad de la gráfica misma, echada a volar.

Y nuestra libertad, al no tener que contemplarla.




14/07/2011

Mi Nieto y Orson Welles.



En el extraño 'Mr. Arkadin'
(fotograma: captura del Blog de Filmoteca)
Si tuviera un nieto en mi falda, trataría adoctrinarlo. Lo estaría aburriendo en el medio -y hasta asustándolo cuando me apasionara en algunos pasajes-, pero no me complicaría demasiado, porque él seguramente sobrevivirá a ello. Una de esas sesiones de lavado de cerebro (sin inyecciones, ni violencia -pero no aseguro que sin tortura), versarían sobre un tema ineludible: George Orson Welles. No me presentaría como una biógrafa versada, por una razón muy simple: no quiero serlo. Y esto por dos cuestiones. La primera, es que no me interesa 'conocer' a Orson Welles, ya que con amabilidad cómplice haría caso de su intenso deseo por no revelarse nunca a los demás (así que le contaría al vástago, la historia del cineasta con baches, 'equivocaciones' en algún dato de su vida privada, y lo que se me ocurriere para así preservar su vida de los demás... en realidad, lo mejor que podría hacer para ello, sería apelar a la 'historia oficial', ese lugar común de lugares comunes, que acaba por preservarnos tanto -y tan bien- de la verdad, a quienes se la atribuímos como a quienes la oímos, a un mismo tiempo). La segunda cuestión reside en mi circunstancia: estaría adoctrinando un infante, y para ello necesitaría algo de creatividad, si quiero hacer del proceso un momento ameno, con la necesidad imperiosa que, con los años no se convierta en aversión por el protagonista... 

Estimo que le contaría algo así como: 'George Orson Welles nació 1915, en Wisconsin  -que queda en Estados Unidos de Norteamérica, en una familia acomodada. La mamá de Orson, una gran aficionada a la música, murió cuando él tenía sólo tenía nueve años, pero antes le trasmitió el gusto por la música. Dicen que a los diez años produjo su primera obra teatral («Doctor Jekyll & Mr. Hyde»), dirigiéndola, adaptándola y protagonizándola. En 1936, con cierto renombre incipiente en el ambiente artístico, estrenó su primera producción teatral propia, un «Macbeth» hecho con todos actores afroamericanos. Luego de esta picardía para los tibios y un manifiesto para los perspicaces, empieza en 1937 el serial radiofónico «The Shadow», con lo que se hizo conocido masivamente al público norteamericano' (supongo que en este momento, le mostraría una grabación de no más de 30'' que disfruto muy seguido, donde un aterrador Welles dice: "Ja, Ja, Ja, Quién sabe qué mal reside latente en el corazón de los hombres? Ja, Ja, Ja... La Sombra lo sabe..." ('Ha, Ha, Ha, Who knows what evil lurks in the hearts of men? Ha, Ha, Ha... The Shadow knows'...). Junto a actores que más tarde tuvieron mucha importancia para Welles, como Joseph Cotten, George Colouris, Vincent Price, Agnes Moorehead, Everett Sloane, fundó, junto a John Houseman el famoso 'Mercury Theater'. A la primera producción, «Caesar», basada en «Julio Cesar» de Shakespeare, siguieron muchas obras de teatro y retransmisiones radiofónicas. Una de ellas, tuvo consecuencias muy serias: «La guerra de los mundos», según la obra de H.G.Wells le lanzó a la popularidad, pero su credibilidad entre los boletines de noticias y los testimonios de los 'testigos' oculares sobre la llegada alienígena a Nueva Jersey devino en un pánico colectivo nacional, y en el suicidio de varios habitantes. Este impacto mediático hizo que la RKO le ofreciera algo que jamás se había ofrecido y jamás se volvería a ofrecer: un contrato en 1939 para filmar dos películas como director, productor y guionista con libertad artística absoluta, o, como los cineastas dicen, con 'el corte final'. Orson sólo tenía 24 años cuando debutó con una historia basada en la vida ficcionalizada de William Randolph Hearst, que inicialmente se iba a llamar «American» pero que salió a cartel con el título de Ciudadano Kane (Citizen Kane). Aquí, Hearst se trasnformaba en Charles Foster Kane, quien hizo de todo para parar el estreno y luego boicoteó la exhibición, dañando lo suficiente el primero período de exhibición del film, al impedir toda promoción en sus periódicos. Pero algo no podría complicarse por el poder del particular Hearst: El halago de los entendidos, y su apertura a un nuevo camino para una estética fílmica diferente a lo hecho hasta el momento... (Casi lo olvido!) La segunda película de esas dos que la RKO le ofreció fue 'The Magnificent Amberson'. Aquí también los planos, tal vez no tan contrapicados como para filmar la magnificencia de Kane, eran wellesianos (que en este caso significa 'muy buenos'). 


Siguió filmando, bastante en contra de lo que Hollywood quería -y por eso, dificultando su crédito para financiar sus proyectos-... volvió al tapete comercial con 'La dama de Shanghai' (The Lady From Shanghai, 1948), muestra brillante de cine negro protagonizada por él mismo con su ya ex-esposa Rita Hayworth. La secuencia final en la sala de los espejos es ejemplo magnífico de la maestría de Welles para jugar con la profundidad, la luz y los efectos visuales... pero también, para mostrar esa pincelada de surrealismo que necesitaba narrativamente para expresar esa vorágine mental del protagonista, que no puede ser lo que todos somos: el tonto de alguien. En 1949, Welles era un exiliado. Literalmente. Emigró a Europa. Trabajó como actor para financiar Othello (como El Tercer Hombre (The Third Man 1949), de Carol Reed, adaptación de un guión de Graham Greene). Cuatro años después respondió a sus críticos con una impactante versión de Othello (1952), que tardó tres años en rodar, por la falta de dinero, pero también por el perfeccionismo de su director, factor que dió réditos al alcanzar el Gran Premio en Cannes. 

Por estos años, Welles dejaría una cantidad de de proyectos que no pudo terminar... entre ellos, en 1955, la genial Don Quixote que se filmó en México y en París, con el genial Akim Tamiroff como Sancho Panza. La película nunca llegó a finalizarla, pero luego, la montaron Jesús Franco y Patxi Irigoyen para presentarla en la Exposición Universal de Sevilla, en 1992. En 1995, una comisión conformada por, entre otros, el prestigioso actor Fernando Fernán-Gómez, nos permitió ver esta genial obra que traslada al caballero armado a una España que alterna entre los siglos pasados y la televisión. En estas mismas tierras, dirige 'Mr.Arkadin', un abordaje de un hombre y lo que de él se dice (y de lo que es la verdad de todo ello). Vuelve a Hollywood para actuar y dirigir 'Sed de Mal' (1958), obra bellísima, con Charlton Heston y Marlene Dietrich. Welles es ahora Hank Quinlan, un inspector de Policía que no tiene empacho para su silueta como para echar mano de pruebas falsas contra los sospechosos. Quién sabe por qué, esta película no tuvo éxito comercial y así Orson no pudo volver a filmar en Estados Unidos hasta 'The Other Side of the Wind', obra que nunca pudo estrenar. Gracias a Emiliano Piedra y financieros suizos, Welles vuelve al primero amor, nunca ausente (Shakespeare) y realiza la película que él más adoró: Campanadas a Medianoche (Chimes at Midnight, 1966) donde su personaje, Falstaff, encarna escenas de «Ricardo V», «Las alegres comadres de Windsor» y de otras obras del viejo William. Como si esto fuese poco, está estrictamente documentada en su época. Su último film completo -Fraude ('F of Fake', 1973)-, es un collage de metraje destinado a engañar, montando gran cantidad de la películas con restos de otros films. Investiga eso que él había llamado sueños... o lo que separa la realidad de la ilusión, aplaudiendo a todos los embaucadores (lo que incluye al director, por supuesto). 

Orson dijo basta con un ataque cardíaco, el 10 de octubre de 1985, mientras mecanografiaba unas directivas de escena para las tomas que tomaría ese mismo día, más tarde. Sus cenizas se encuentran en una hacienda en Ronda, provincia de Málaga, donde pasó un verano cuando tenia dieciocho años. Orson pidió expresamente, dejar sus restos en España, la tierra que más amó. Por suerte su legado, reside en todos lados, y su talento lo poseemos todos nosotros, como una posta que nos cede mientras se muestra ahí, en imágenes, o allá en las grabaciones de su programas de radio...'



Y sí, claro: a esta altura mis nietos estarían dormidos, o pensando en cualquier otra cosa... pero esa es su sabiduría. Yo me quedo con mi labor, hecha con mucha esperanza de rendir aunque más no sea, unos poquitos frutos. 







23/06/2011

Arte de sus Huesos


Abadía irlandesa Mount Mellory
| foto: O.C.S.O. |
Tal vez esto pueda verse como otro modo de recordarnos cuál es nuestro verdadero destino, igual que el caso de los monjes de la abadía de Mount Mellory, de los que nos cuenta John Huston en su hermosa película Dubliness (1987), basada, por supuesto, en el relato homónimo de James Joyce. En el diálogo, se cuenta que los silentes monjes duermen en los que serán sus futuros ataúdes, con el fin de no olvidar su final, en este reino material, mientras se dedican a hacer penitencia por los pecados de los prójimos extramuros...


Pero no lo se con certeza.



El caso es que en la Iglesia de Santa María de la Concepción, en la Vía Véneto, hay un cementerio con paredes, arcos y bóvedas recubiertas de huesos y cráneos de unos cuatro mil monjes capichinos, dispuestos en fajas, círculos, rosetas y flores, como también nichos con los esqueletos enteros, vestidos con las ropas de la Orden. La iglesia fue construida por el cardenal Antonio Barberini en 1626. 



Se la conoce como la Cripta de los Frailes Capuchinos y hasta los artefactos de luz del pasillo que conduce a la bóveda están hechos de huesos. Sólo la capilla que se usa para la Misa -una celebración para los católicos- no tiene huesos. Parece que a principios del siglo XVII, los frailes capuchinos -llamados asi por la capucha que llevan en su hábito-, dejaron el convento de San Buenaventura llevando consigo los restos de sus difuntos, para trasladarlos a su ubicación actual, de las cuales sólo continúan en pie el cementerio y la iglesia. Colocaron los huesos a lo largo de las paredes y techos de las bóvedas, y los nuevos frailes de la orden siguieron enterrando a sus muertos allí. En este lugar iban todas las noches a rezar. En 1870 dejaron de enterrar a sus miembros allí, el año en que se dejaron de enterrar a los muertos en las iglesias católicas.

'El Niño Segador'
representación de La Muerte, con su guadaña.

En una de las criptas -conocida como de los Cráneos-, están ellos clavados en la parte posterior de la sala, formando un muro con tres arcos. Delante de ese muro de cráneos hay tres esqueletos de frailes. Cada pared lateral contiene los esqueletos de dos capuchinos, en nichos curvos. El techo está hecho de vértebras, costillas y huesos pequeños, formando tres círculos de flores.


En la Cripta de la Pelvis las paredes laterales tienen dos frailes capuchinos reclinados en un nicho con arcos. En la parte posterior, los huesos de pelvis de tres frailes forman el telón de fondo. Una roseta central de la sala está formada por siete omóplatos, con colgaduras de vértebras. Pero el mayor número de huesos está en la Cripta de los Huesos de las Piernas y los Muslos: Las dos paredes laterales están formada de huesos de las piernas y muslos, apilados y luego mezclados con calaveras. Cada pared lateral contiene cuatro nichos, con el esqueleto de un fraile de pie con su hábito. En el techo hay otras dos grandes flores hechas con omóplatos, y entre ellas un marco ovalado grande, de mandíbulas y vértebras.






Podría dar una pequeña reflexión provisional para cerrar este post, pero realmente prefiero no hacerlo. Las razones de ello no son incomprensión con esta decisión monacal, ni desaprobación. Pero los argumentos que demostrarían la ausencia de estos juicios condenatorios, se me hacen algo fragmentarios y poco claros. Supongo que son esas estructuras que mi tiempo y espacio -que algunos condensan en la palabra sociedad- me exhortan a aplicar, y que, cuando quiero eludir, dejan mi interior en la certeza de que 'hay algo más para pensar y decir' pero se hace muy difícil hacerlo. Por suerte, ya puedo permanecer en ese incómodo estado, sin aún avanzar a uno superador. Por un breve tiempo... luego vuelvo a la comodidad que me da esa señora que llenó mi cabeza de juicios, y que no le gusta que no los use. Lo malo de ello es que no puedo denunciar por sus eventuales atropellos a esta dama, la totalizadora sociedad.








08/05/2011

Na Ponta dum Lápis

As imagens que amostramos aqui são do artista índio Kshitiz Srivastava. O único ruim é que seu blog não tem informação nenhuma sobre seu trabalho (talvez porque as imagens exibem mais do que as palavras poderiam descrever, né?). Vamos manter esse jeito e só deixaremos que você possa conferir à vontade a beleza que nelas encontrará:



Trabalhando...

































 






Incrível, não acha?



23/03/2011

...y no sólo Mozart.

Es curioso, pero Mozart no es el único que produce el Efecto Mozart. Así es. El poder de la música -comprobable antes del nacimiento del gran genio, posterior a él y aún presente si no conociésemos u oyésemos nunca su trabajo- está también presente en la música popular de los años '30s, en la conocida 'Para Elisa' de Beethoven, en algunas piezas de Johan Sebastian Bach (aquellas que se diferencian de las de menor frecuencia -o de corto plazo- para el cerebro) y en la música del griego Yanni (esta última es útil, concretamente, para mejorar algunos tipos de epilepsia y las relaciones espacio-temporales en personas afectadas por el Mal de Alzheimer).


Si les interesa encontrar lo que algunos neurólogos han referido como estado de alerta relajada (y que muchos yoguis, meditadores asiduos y budistas conocen como bodhi o 'estado despierto de la mente'), un nivel de frecuencias cerebrales altamente favorable para el aprendizaje matemático, pueden probar este repertorio:



  • Adagio, 2° movimiento. Concerto en La para clarinete. Kegel 622
  • Andantino, 2° movimiento. Concerto en Do para flauta y arpa. Kegel 299
  • Adagio, 2° movimiento. Concerto #3 en Sol para violín. Kegel 216
  • Andante, 2° movimiento. Concerto #21 en Do para piano. Kegel 477
  • Sinfonías 32, 25,26,40 y 41 (en particular: Allegro vivace y andante cantabile)




Si recelan del efecto neurológico, al menos acariciarán su alma por medio de los oídos y lo que perciban, de toda esta belleza, en la piel. 






Mozart Abre.

Musicoterapia, más que nunca.
Dicen que dicen (aunque suene mal, así es el asunto, dada la poca importancia de la anécdota) que Mozart, en el transcurso de los partos de sus hijos, solia acompañar a su esposa Constanza, tomando su mano con delicadeza y susurrándole melodías en su vientre y su oído, mientras que con la otra mano anotaba esas composiciones (en fin, detalle de aparente color, pero total irrelevancia, dado que hizo cosas aún mejores que esta pequeña excentricidad). Lo que sí es interesante, es la capacidad holística de Wolfgang de concebir y ver en su mente una composición entera, como un plano, antes de escribirla. Concretamente, creía que todo estaba compuesto, aunque no escrito aún... 


En el vientre de su madre, asistía a los sonidos que salían del violín de su padre, el director de la Orquesta de Salzburgo. Su madre, era como Wolfgang, hija de un músico, y lo creó entre melodías y serenatas. El camino, se lo haría por él solito: a los seis años compuso su primera obra -Minueto y Trío para teclado-, y luego continuarían diecisiete óperas, cuarenta y una sinfonías, veintisiete conciertos y diecisiete sonatas.  Después de todo eso, se había ganado el derecho de retirarse a los treinta y cinco años de esta vida. Ya era, como dice Barenboimm, algo aparte de la música (parece que, en la historia de la música, están por un lado los músicos geniales -como los destacados y aquellos que son malos-, y aparte de todos ellos, muy, muy aparte, está Wolfgang Amadeus Mozart).

La música de Mozart posee propiedades particulares: sus ritmos, melodías, tonos y frecuencias logran reforzar las vías neuronales estimulando sus habilidades espacio-temporales en la corteza cerebral (conocido como el 'Efecto Mozart'), especialmente lo relacionado con el hemisferio derecho. Su secreto reside en que los sonidos de sus melodías son simples y puros (ni un tapiz deslumbrante como el genio matemático de Bach, ni una marejada de emociones como el torturado Beethoven, diria Capbell) . Pero no toda la música produce algo en nuestras neuronas, sino aquella de frecuencia alta (con ondas musicales de largo plazo, es decir, con una media de 30'') como los conciertos para violín 3 y 4, para alcanzar efectos a nivel cognitivo (desde ya, la música simple y repetitiva no produce plasticidad cerebral, antes por el contrario...). En el caso de la hecha por Mozart, el efecto es el estado de distensión neuronal, propicio para la creatividad. El efecto se produce debido a los ritmos, melodías y frecuencias, extremadamente armónicas,  y que conforman un relato o un cuento de hadas. Ello estimula el neo-córtex y el sistema límbico; permitiendo de esta forma que la persona que escucha la música vibre de forma cognitiva y también emotiva. Aquí es donde la música se transforma en acción: los que sostienen esta teoría, como el Doctor Gordon Shaw y el neurobiólogo Marc Bodner, asumen que las emociones no son  sentimientos, sino impulsos instantáneos con los que nos enfrentarnos a la vida. Y es por ellos que la música  activa las redes neuronales e incide en la concentración, atención y memoria, factores fundamentales en el proceso del aprendizaje.


Albert Einstein creía que apreciar la buena ciencia y buena música demandaban procesos mentales similares. Era muy conocida su distracción con el violín durante sus estudios. Sus biógrafos refuerzan este halo que rodea a Einstein y el efecto Mozart sosteniendo que el físico escuchaba su música cuando estudiaba: Amaba la Sonata K448 y la Sonata para dos pianos en Re Mayor.



28/02/2011

A Vida Numa Caixinha


Na hora da serendipity, não poderiamos exibir mais beleza da que faz Giai Marc-Miniet. Artista francês, trabalhou sempre como pintor, e um bom dia decidiu começar estas bacanas caixinhas. Ele diz que são reminiscência de seu desejo de fazer teatro na sua adolescência ou também poderiam representar suas memórias de infância de jogos de batalhas entre os trens eléctricos em miniatura (instalados sob a mesa na sala de jantar da família). 

Essas caixas lindas repetem os temas de seus quadros: como a exquisita cena da lavagem cerebral, a visita as múmias, e a  mexida de várias transfusões e larvas.  Personagens feitos de papelão cortado do ballet com o tempero da ironia existencial que tem sua pintura. No caso da queimada de livros, ele diz que o ato de fazê-lo não é só literal, também refere ao conhecimento mesmo, que "queima", faz a gente transformar-se... Entre a brancura dos livros e o que resultou do fogo, o artista quis exibir a dupla face da bestialidade do homem e de sua transcendência, a fragilidade humana e divindade inacessível...



























Se acharam tão incríveis quanto eu, não percam o site com mais algumas aqui




17/01/2011

Duchamp sobre el Arte y la Vida.



Marcel Duchamp no fue sólo el artista que se metió en el baño. Era realmente un pensador genial, pero ese artefacto para orinar, hizo tanto revuelo que tapó muchas ideas que brillaron en su cabecita. Aquí traigo unas pocas sobre dos temas (primero sobre el arte y luego sobre la vida) que me parecen representativas. Pero que lo sean, no implica que sean las mejores.


El arte tiene la bonita costumbre de echar a perder todas las teorías artísticas.
Les tiré en la cara el secador de botellas y el orinal y ahora los admiran por su belleza estética.
El gran enemigo del arte es el buen gusto.
El arte no tiene absolutamente ninguna existencia como veracidad, como verdad.
No creo en el arte. Creo en los artistas.
Contra toda opinión, no son los pintores sino los espectadores quienes hacen el cuadro.
Me he forzado en contradecirme yo mismo, para evitar conformarme con mi propio gusto.
En mi época los artistas querían ser marginados, parias. Ahora están todos integrados a la sociedad.
Todo lo que hice de importante podría caber en una valijita.



En otro orden de cosas -pero con igual brillantez- nos recuerda:

Siempre son los demás los que se mueren.
Las palabras no tienen absolutmente ninguna posibilidad de expresar nada. En cuanto empezamos a verter nuestros pensamientos en palabras y frases todo se va al traste.