Shakespeer y Shakespeare.


Shakespeer
acontece en un cruce improbable de dos sentidos.

El primero, en la unión de dos palabras: shake [-up] (sacudir, agitar, remover bruscamente; debilitar, desalentar... pero también zafarse, liberarse). Y peer que, en una de sus acepciones señala a quienes son pares en un grupo (por edad, posición social y/o habilidades) y en laotra acepción describe la posesión de título nobiliario en el Reino Unido (esto incluye a quienes alcanzan honor de
Lord y por eso su lugar en la Cámara).

El segundo sentido es más intuitivo: la similitud fonética con el apellido del genial William, quien conocía varios (más) de los vericuetos del corazón humano.


En ese cruce breve, en ese chispazo más que improbable, en ese enlace natural, se despliega este blog.


15/05/2011

Es Palabra de Bart Simpson II

Aquí va la segunda parte de las enseñanzas bartianas para una vida digna de todo pequeño demonio, que se precie de tal. Estas dos secciones me parecieron las más graciosas. La primera, tiene que ver con una encuesta oficial de Bartolomeo Simpson acerca de dónde vienen los bebés. La segunda, enumera modos de volver locos a los padres (alguno practicado en mi caso, y temido en la actualidad, ahora que me encuentro del otro lado del mostrador...). Vean si no son simpáticos:


¿De dónde vienen los bebés?

Marge: 'eeee... espera a que vuelva tu padre y él te lo explicará'.
Milhouse: 'los hacen los pequeños elfos felicies en el Polo Norte'.
Edna: 'Maridos ineptos se los dan a sus jóvenes ý núbiles secretarias. Los mejores años de mi vida echados en el retrete y ahora juega a papás y mamás con esa bollycao de su secretario. ¿Satisfecho?'
Ralph (el hijo del policía regordete): 'Mis padres me han contado que me eligieron en un catálogo de venta por correspondencia'.
Todd Flanders: 'No estoy seguro, pero puedes irte al infierno por hacerme esa pregunta.
Willie: 'Vuélveme a hacer esta pregunta muchachito, te verás realizando tu pequeña encuesta desde el fondo de un pozo'.
Barney: 'Oh, Dios mío! Estoy embarazado de nuevo?'
Moe: 'No te preocupes, Barney. Haré un hombre de ti'.
Lisa: 'Se que tú eres el resultado de un experimento biogenético que salió mal. Pero mamá y papá me hicieron jurar que guardaría el secreto, así que si se los preguntas, se negarán'.
Kent Brockman: '¿Bebés? Bebés... vamos a ver... hmmm... ¿por qué no le preguntas a aquél estudiante universitario?'
Krusty: 'Debido a la gran cantidad de cartas recibidas por Krusty, sentimos decirte que no puede contestar a tu pregunta. ¡No se pierdan el programa, chicos!
Nelson: 'A juzgar por tu aspecto, yo diría que del zoológico! Joa-Joa!'
Abuelo Simpson: '¿Rabia? Ponte esta cataplasma de mostaza en el pecho en seguida te sentirás mejor'.
Homero: 'Ve a preguntarle a tu madre'.



Cómo Volver Locos a los Padres:

En el Coche:
-No ir al baño antes de salir de viaje.
-Preguntar '¿Ya llegamos?' cada 30 segundos.
-Espera a que estén en un tramo de autopista desolado, y diles que te mueres de hambre.
-Gime.
-Empieza una competición con tu hermanita a ver quién puede chillar con voz más aguda.
-Expresa tu malhumor mediante escupitajos, sollozos, malas caras y aullidos.

En la Iglesia:
-Aplaude el sermón.
-Retuércete.
-Haz garabatos en el misal.
-Cuando pasen la bandeja, róbate unas monedas.
-Impaciéntate.
-Si el sacerdote te mira, sácale la lengua.
-Bosteza.
-Duérmete.
-Ahora, ronca.
-Eructa con fuerza en la homilía.
-Mira fijo a quienes están en el banco posterior al tuyo.

En el Supermercado:
-Mete furtivamente artículos en su carro de compra (latas de conserva, uñas postizas, etc.)
-Di que te has perdido y haz que llamen por los altavoces a tu mamá.
-Haz malabarismos con los huevos más caros.
-Lame la fruta.
-Cómete todo lo que puedas antes de llegar a la caja.
-Exige sentarte en el carrito.
-Saquea las cajas de cereales -y demás- y quédate con los premios.
-Intenta quitar la lata de abajo de la gran pirámide de conservas.

En el Restaurant de Moda:
-Pide un almohadón para tu silla.
-Llama 'garcon' al mozo.
-Átate la servilleta a la cabeza.
-Come con los dedos.
-Pide saludar al chef.
-Come sól unos bocados  deja la comida diciendo que te duele la panza.
-Pide que te cambien el agua alegando que no está lo bastante fría.
-Si tus padres no te dejan pedir postres, dales una rabieta.

SIEMPRE:
DILE A TUS PADRES QUE LES QUIERES TANTO, TANTO, QUE NUNCA, NUNCA, TE IRÁS DE TU CASA.



Esos fueron los mejores consejos de Bart (dignos de él mismo, claro)...


Y por cierto, dividir este post en dos partes, fue de las ideas menos cómodas que he tomado en este blog (así que descarto, de aquí en adelante, cualquier corrección en el arte de bloguear).







Es Palabra de Bart Simpson.

Ese curioso niño, que si no fuese amarillo, tuviese cuatro dedos y nueve picos por cabellera, sería un ser humano con piel rosada, cinco dedos y con cabello (que podría estar comenzando a desertar de la batalla, dado que ya se acercaría a la treintena); tendría como nombre de pila un simple 'Matt' y con su apellido, Groening, completaría el titular de una gran fortuna hecha a costa de la vida de esa familia tan, tan, pero tan imperfecta como The Simpson (y como todas las demás familias existentes, aunque no tan televisadas, claro...). Entre todo el maremagnum de merchandising que estos dibujos han generado, hace más de una década, salió una guía para la vida, escrita por este pequeño demonio, y que, aún cuando está destinada a preadolescentes y adolescentes, al igual que con la mayoría de los dibujos animados o películas de animación  destinadas a niños (como videojuegos y juguetes, en casos más graves que el mío) también la leímos algunos adultos. Vale decir que tiene cosas graciosas y otras simpáticas e interesantes -a un mismo tiempo-. Unas pocas de ellas son sus consejos, como:


Preguntas Irritantes para tu Profe:
¿Cómo podemos saber que el cielo no es en realidad verde y nosotros somos daltónicos?
Lo que nos enseñan, ¿sirve para algo en la vida real?
¿Por qué somos amarillos?
Preguntas para Incordiar a tu Profesor de Religión:
¿Por qué existe el sufrimiento?
Si existe la vida en otros planetas ¿Hay alienígenas en el Cielo?
¿Está el Hombre de Neanderthal en el Cielo?
¿No cree que la dicha eterna, con el tiempo, debe acabar haciéndose aburrida?
Si contara un chiste muy, muy bueno, ¿podría hacer reír a Dios?

Cielo (Todd, uno de los hijos de Flanders) contra Infierno (Bart): ¿Qué es mejor?
Bart: Bandas de rock duro.
El Hijo de Flanders: Coros angelicales.
Bart: No tener que ver nunca más a la abuelita.
El Hijo de Flanders: Ver de nuevo a la abuelita.
Bart: Pica y rasca.
El Hijo de Flanders: Todas las pequeñas criaturas de Dios.
Bart: Dr. Frankenstein
El Hijo de Flanders: Dr. Seuss
Bart: Gaitas chirriantes.
El Hijo de Flanders: Paz y tranquilidad.
Bart: Gigantezcas lenguas de fuego.
El Hijo de Flanders: Una gran sección de no-fumadores.
Bart: Telefilmes.
El Hijo de Flanders: Visiones celestiales.
Bart: Ningún orden.
El Hijo de Flanders: El orden celestial de las cosas.
Bart: Negras mortajas.
El Hijo de Flanders: Nubes esponjosas.
Bart: Interminables solos en batería.
El Hijo de Flanders: Dicha eterna.
Bart: Fuego y azufre.
El Hijo de Flanders: Leche y miel.
Bart: Chicas motoristas tatuadas.
El Hijo de Flanders: Querubines de mejillas sonrojadas.
Bart: Atila, el Rey de los Hunos.
El Hijo de Flanders: Winnie-the-Pooh.
Bart: Fiestas locas.
El Hijo de Flanders: La armoniosa reunión de todas las razas y todas las creencias.  


La Vieja estrategia del 'agujero en el balde' (a colación del arte de no hacer nada, y evitar que [tu] Homero te mande a hacer algo en la casa):


Homero (enojado, al lado de Bart): -Bart, barre la escalera!
Bart (mirando TV en el sofá): -¿Con qué voy a barrerla?
Homero: -¡Intenta con la escoba!
Bart: -La escoba tiene el palo roto.
Homero: -Pues arréglala!
Bart: -¿Con qué?
Homero: -Prueba con la barra de la cortina.
Bart: -Pero la barra de la cortina es demasiado larga.
Homero: -¡Pues córtala!
Bart: -¿Con qué? 
Homero: -¡Prueba con la sierra!
Bart: -¿Dónde está la sierra?
Homero: -En el garaje.
Bart: -El garaje está hecho un asco.
Homero: -Pues límpialo.
Bart: -¿Y con qué podría limpiarlo?
Homero: -¡Con la escoba!
Bart: -Pero es que la escoba tiene el mango roto.
(repetir, si es necesario, hasta que el padre lo entienda).




Restan dos pasajes más (que me resultaron MUY buenos). Los dejo para un próximo post inmediato, porque los posts largos (uno de los principales defectos de este blog, entre otros), son algo que ya debería comenzar a  mejorar (aún cuando sepa que me olvidaré de ello y nunca lo lograré completamente)...


Dos Detalles Indescriptibles...


Aquí hay algo que falla...
Escribía un post nada bueno -como los demás- pero sin duda sobre obras realmente valiosas, cuando dos detalles de la 'realidad' (=lo que es presentado como ella) se cruzaron por aquí... Lo único bueno, es que dejaré que hablen por sí solas (ahorrando la innecesaria pérdida de tiempo propia y ajena a quienes lean).

El primero, es una publicidad en un canal de TV por cable conocido como Glitz (al que me abono cuando pasan, como hoy, un programa donde puedo escuchar a Jerry Seinfeld y Alec Baldwin -con una chica que hace un buen relleno y un conductor simpático- hablando en un living, sobre situaciones que seguro nada tienen de reales, pero que remiten a problemas cotidianos que muchas veces surgen en la convivencia de pareja... El punto es que en una tanda, enviaron una promoción de un programa que aparentemente se dedica a armar parejas, con una también aparente profesional (de un temible perfil obse, si me permiten la psicología barata por un segundo) que se ocupa de la tarea. La señorona cobra bastante por ello y también se la ve bastante preocupada por lograr su tarea (quiero decir, la unión de dos individuos, no su felicidad, claro está). En alguno de esos 'reportajes' tan usuales en los reality show -donde el protagonista narra sus experiencias a un interlocutor que no  aparece en cuadro y está con la cámara fija a su lado-, la celestina asegura: 'Realmente estoy haciendo, de algún modo, un servicio a la humanidad'.


El segundo detalle, seguramente será 'carne de análisis' para semiólogos... como para cualquier persona que pueda articular la realidad con palabras (que sería, casi la totalidad del género humano). Es el extracto de una nota en un diario argentino de muy baja calidad (específicamente El Día, de la ciudad de La Plata), donde, comentando la situación de una modelo que perdió un embarazo con su pareja -como desgraciadamente le pasa a tantas otras a diario, aunque no salgan en el diario del domingo-, encuentra en ello la ocasión para  narrar la vida de esta señorita. En esa tarea, el inspirado periodista que escribe, hace una afirmación de ofensiva moralidad. Dejo, mejor, hablar a su pluma: '(...) Esa peritonitis, cuando tenía apenas 18 años, le costó algo más que un bebé. Ese día terminó para ella su carrera de tenista (....)'. 


Tal vez lo único bueno de todo esto, es que las dos situaciones son detalles, y todos sobreviviremos a su existencia... Pero qué curioso que en la realidad existan estos meros detalles que -aún cuando absurdos- pueden resultar un parámetro para algunas personas. Y es con esas mismas personas -que no sabemos con certeza quiénes son- tenemos que sobrevivir a diario...