Esto de la serendipia es maravilloso, pero tiene su mezquindad, también: a veces, damos con algo buenísimo, pero es sólo una muestra. Es, literalmente, un botón -cuando tener la prenda completa sería tan, pero tan interesante...
Pero bueno, las cosas son como son, y he aquí un hallazgo: tres muestras de tres prostitutas vienesas en tiempos de auge vistoriano (circa 1965). Eran una suerte de menú (el término concreto es carte-de-visite) para los clientes (fuente es www.gettyimages.com)
Aparentemente atrevidas. Definitivamente vulgares. Y muy, muy vestidas.