Shakespeer y Shakespeare.


Shakespeer
acontece en un cruce improbable de dos sentidos.

El primero, en la unión de dos palabras: shake [-up] (sacudir, agitar, remover bruscamente; debilitar, desalentar... pero también zafarse, liberarse). Y peer que, en una de sus acepciones señala a quienes son pares en un grupo (por edad, posición social y/o habilidades) y en laotra acepción describe la posesión de título nobiliario en el Reino Unido (esto incluye a quienes alcanzan honor de
Lord y por eso su lugar en la Cámara).

El segundo sentido es más intuitivo: la similitud fonética con el apellido del genial William, quien conocía varios (más) de los vericuetos del corazón humano.


En ese cruce breve, en ese chispazo más que improbable, en ese enlace natural, se despliega este blog.


21/10/2013

Basta de Pruebas

No aludiré a que una imagen vale más que mil palabras. En alguna oportunidad lo he hecho y me arrepiento. No sólo por lo trillada que resulta, sino porque es una idea con la que últimamente no concuerdo tanto. La fotografía -o la imagen en general-, no me resulta ya tanto una buena 'prueba de', sino un hecho en sí mismo. Poco importa de qué da cuenta (qué situación repite en nuestra retina, que vivencia actualiza en nuestra memoria), sino que resulta más interesante, más productivo, qué produce en el momento en que la contemplamos (allende de dónde dalió o cuándo fue tomada). Eso es un hecho, una experiencia. Una misma imagen, puede servir para generar miles de millones de hechos en diferentes personas, o unos cuantos en una misma, a lo largo de toda su vida... y mil palabras, al lado de eso, no son nada.


He aquí unos generadores de experiencias acerca de lo que otros vivieron:



Evelyn McHale (una modelo de 23 años) se
arrojó del piso 83° del Empire State en 1947
Cayó arriba de la limousine de la ONU.




Esta es Annette Kellerman en 1907.
Promovía el derecho de las
mujeres a usar trajes de baño
 ajustados de una pieza. La arrestaron por indecencia.



Prótesis de piernas y pié
(Reino Unido, circa 1890)




Werfel, un niño austríaco huérfano de 6 años
recibe un par de zapatos nuevos
por la Cruz Roja norteamericana



Jaula para bebés, usada para que
tomaran sol y aire fresco seguros,
viviendo en un departamento (circa 1937)







Adorable hipopótamo moviendo un carruaje (circa 1924)














Primero día luego que Suecia cambió el manejo
del lado izquierdo al derecho de los automóviles (1967)




Dueño de un hotel arroja ácido
para expulsar a personas
afroamericanas que la
usaban (circa 1924)



Alcohol ilegal desechado por las ventanas
durante la Prohibición (Detroit, 1929)




Últimos prisioneros en el traslado por
el cierre de Alcatraz (1963)



Una niña con su muñeca sentada en las
ruinas de su casa bombardeada
(Londres, 1940)



Martin Luther King (con su hijo) saca de su jardín
delantero una cruz prendida fuego (1960)




Medida obligatoria del largo de los trajes de baño: si resultaban muy cortos, las mujeres eran multadas (circa 1920)



Muñecos de cera derretidos/dañados luego del incendio
del Museo de Cera Madam Tussaud (Londres, 1930)




Venta de niños en Chicago (1948)
(se dice que la mujer del fondo sería la madre,
quien se tapa la cara por ser fotografiada)




El primero Ronald McDonald en 1963















El Winnie The Pooh real y su dueño,
Christopher Robin (circa 1927)



Desenvoltura de la
Estatua de la Libertad, 1885



Soldado (no identificado),
Vietnam (1965)




Uno de los primeros pacientes en recibir una cirugía de transplante de piel
Su nombre era Walter Yeo  (1917)





 Me ha costado muchísimo no comentarlas... y por suerte logré no hacerlo. Mejor dejar las impresiones a quienes las experimenten.






18/02/2013

Un diálogo entre Cruz y Bernal


Por Diego Reynoso.



Corrí como un loco, se puede decir. Nunca hice menos de 10 kilometros por día. Tanto al mediodía, como al atecerdecer o a la mañana temprano, encontraba un hueco para ir a correr por la playa o por las chacras, por esos caminos que cruzan en subida y bajada repleto de eucaliptos a los costados. Junto con mis corridas diarias, me reservé otras horas para las novelas. Ah, si! El verano es el tiempo para leer novelas.

Una de las que me dovoré (o me devoró, no  tengo muy claro quién se devora a quién), es de Carlos Fuentes: "La Muerte de Artemio Cruz". El protagonista está en su lecho de muerte y recuerda todos los pasajes de su vida. Es de casualidad, por una mala interpretación de su cobardía, un héroe de la Revolución Mexicana devenido en un gran empresario político. Artemio Cruz, un hombre de origen humilde y militar formado en el proceso revolucionario, tiene un diálogo con Gonzalo Bernal, un joven licenciado proveniente de una familia rica de Puebla quien se había sumado a la revolución a pesar de su procedencia. La revolución está en su fase de guerra de facciones, donde los partidarios de la misma se enfrentan en una guerra que comienza en 1914 y termina en 1917, con el triunfo de Obregón y Carranza y la derrota de Villa y Zapata.

Ambos han caído prisioneros en manos de las tropas villistas. Carranza ha enviado a Bernal a parlamentar con los villistas que ya estaban en retirada y derrotados. Cruz es apresado en un combate. Bernal será fusilado esa misma noche. Antes de ser fusilado tienen un diálogo clave, con Cruz. Ese diálogo permite cerrar el círculo para el desenlace de la historia. Cruz no será fusilado, porque a cambio le pasa información al general villista sobre la posición de las tropas de Obregón a las que el pertencía. Luego del fusilamiento de Bernal, las tropas de Obregón caen en la prisión y acaban con los villistas. Artemio Cruz visitará al padre de Bernal, lo chantajeará, y desposará a la hermana de Gonzalo. Hará fortuna a partir de la fortuna de la familia Bernal.

El diálogo (p. 210-211) me resultó de lo mejor, para ilustrar algunas impresiones generales que desde hace tiempo tengo.

¿Tu traidor? [pregunta Cruz]
Depende de cómo lo mires. Tú nada más has andado en las batallas; has obedecido órdenes y nunca has dudado de tus jefes [responde Bernal]
Seguro, se trata de ganar la guerra ¿que tu no estás con Obregon y Carranza?
Cómo podría estar con Zapata o Villa. No creo en ninguno.
¿Y entonces?
Ese es el drama. No hay más que ellos. No sé si te acuerdas del principio. Fue hace tan poco, pero parece tan lejano... cuando no importaban los jefes. Cuando esto se hacía no para elevar a un hombre, si no a todos.
¿Quieres que hable mal de la lealtad de nuestros hombres? Si eso es la revolución, no más: lealtad a los jefes.
Sí hasta el Yaqui que antes salió a pelear por sus tierras, ahora sólo pelea por el general Obregón y contra el general Villa. No, antes era otra cosa. Antes de que esto degenerara en facciones. Pueblo  por donde pasaba la revolución, era pueblo donde se acababan las deudas del campesino, se expropiaba a los agiostistas,  se liberaraba a los presos políticos y se destruía a los viejos caciques. Pero ve nada más cómo se han ido quedando atrás los que  creían que la revolución no era para inflar jefes sino para liberar al pueblo.
[....]
Se lo dije desde al año 1913 a Iturbe, a Lucio Blanco, a Buelna, a todos los militares honrados que nunca pretendieron convertirse en caudillos. Por eso no supieron parale el juego al viejo Carranza, que toda su vida se ha dedicado a sembrar cizaña y a dividir, porque de otra manera, ¿quien no le iba a comer el mandado, viejo mediocre? Por eso ascendía a los mediocres, a los Pablo Gonzalez, a los que no podían hacerle sombra. Así dividió a la Revolución, la convirtió en guerra de facciones.



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Este post fue publicado aquí, en Corro, Luego Existo el blog de Diego Reynoso.