Shakespeer y Shakespeare.


Shakespeer
acontece en un cruce improbable de dos sentidos.

El primero, en la unión de dos palabras: shake [-up] (sacudir, agitar, remover bruscamente; debilitar, desalentar... pero también zafarse, liberarse). Y peer que, en una de sus acepciones señala a quienes son pares en un grupo (por edad, posición social y/o habilidades) y en laotra acepción describe la posesión de título nobiliario en el Reino Unido (esto incluye a quienes alcanzan honor de
Lord y por eso su lugar en la Cámara).

El segundo sentido es más intuitivo: la similitud fonética con el apellido del genial William, quien conocía varios (más) de los vericuetos del corazón humano.


En ese cruce breve, en ese chispazo más que improbable, en ese enlace natural, se despliega este blog.


11/07/2011

Sin título (XVI)



Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo.



Julio Cortázar






07/07/2011

The Seventh Veil

Unfortunatelly, they are still in there...
There's movie dialogues that have no match at all... may be is not just the words and the message, but also the performers, or the whole picture in wich they are include... even the cinematographic composition as a whole. So would be all those components wich make them so, so amazing. Otherwise, could just be only the good hand of the scriptwriters. Whatever be the reason, the british film The Seventh Veil, directed in 1945 by Compton Benett, has one of the best dialogues about human condition and what it turns out in front of others. Let's now make those lines talk for themselves:


[Before that, and in order to catch the meaning of this dialogue, let's only say a few introductory words (in case you don't see the movie I won't spoil nothing of it): The patient is a concert pianist who is almost catatonic, but this condiction is only psicological since she hasn't got another kind of organic injure to become in that state. Her doctor, Doctor Larsen, in the flesh of a very young Hebert Lom, is the one who tells in the asylum to Doctor Kendall:]



Doctor Larsen: -She does not speak at all if you question her? 
Doctor Kendall: -She doesn't answer. One will think she didn't hear if one doesn't know what she does.
Doctor Larsen: -She would talk to me. I should like to exame her under hypnosis.
Doctor Kendall: -Rather she is not cooperating under narcosis. And you really thinking it will help?
Doctor Larsen: -It may do. At least it'll tell us the nature of the injury to her mind. 
Doctor Kendall: -I know you fellows get remarkable results but I can't say I altogether like it. It seems a little prying. You see what I mean, Dr. Kendall.
Doctor Larsen: -The surgeon doesn't operate without first taking off the patient's cloth. Or nor do we with the mind. You know what the staple says: the human mind is like Salome at the begining of her dance. Hiden from the outside world by seven veils - veils of preserve, shyness, fear, that would go with friends. The average person will drop first one veil, then another, maybe three or four together. With a lover, she would take the fiveth, or even the sixth, but never the seventh. Never, you see: The human mind likes to cover its nakeness also to itself in order to keep its privicy. Salome drops some of hers but you never get a human mind to do that. And that's why I used narcosis. Five minutes on the narcosis and down to the seventh veil. Then we can see what is actually going on behind. Then we can really help... I'll be back tommorrow at 3 o'clock. You have the patient ready please, and goodbye. Dr. Kendall.



Seems that Doctor Kendall used a good metaphor to say how this cage above our shoulders work... didn't he?






04/07/2011

Una Buena Historia

Degustando unos sabrosos zapatos hervidos...
Seguramente conocen el dato porque es mencionado en el thriller Lucky Number Slevin (McGuigan, 2006). Aquí, el Señor Goodkat (interpretado por Bruce Willis), le cuenta a una de sus víctimas lo que para él es una 'buena historia': 'Charlie Chaplin participó una vez en un concurso de parecidos en Monte Carlo y obtuvo el tercer lugar. Eso es una buena historia'  (Charlie Chaplin once entered a Charlie Chaplin look-alike contest in Monte Carlo and came in third; that's a story). Pero lo cierto es que esta buena historia estuvo muchas décadas en el dominio público de los mitos urbanos, aunque tal vez, un poquito modificado, ya que se lo conocía como 'Charlie Chaplin, alguna vez perdió en un concurso de parecidos a Charlie Chaplin'. El punto es que el hecho tenía más de verdad que de leyenda. Cuando sucedió, en 1915, los concursos de imitaciones eran realmente populares como forma de entretenimiento (no olvidemos que él fue una de las primeras 'súper estrellas' del cine, adorado por esa paradoja que era ese hombrecito con atuendo de clase acomodada, pero sumido en la pobreza absoluta). Para el caso de los concursos de parecidos,  estamos hablando de este personaje (y no del actor, que andaría por la vida sin el bigote, el maquillaje, el sombrero bombín, los zapatos de payaso y su bastón)...

[Digresión para dato curioso: un actor aún novato, logró el primero puesto en uno de estos concursos en Cleveland. Su nombre era Bob Hope].

Volviendo al que nos ocupa aquí, existen datos que refuerzan lo curioso de la anécdota: por un lado, se dijo que  había acontecido en Monte Carlo -o incluso en Suiza-, y que el resultado lo había dejado en segundo o en tercero lugar (en este caso, no habría siquiera cualificado para llegar a la final). Además, hubo versiones que decían que su hermano, Syd Chaplin, había estado entre el jurado, y de hecho había seleccionado a quien salió primero. Lo cierto es que, como dice Joyce Milton -reconocido biógrafo del actor-, el concurso aconteció en un cine de San Francisco. El ganador lucía pantalones bolsudos, un saco ajustado, zapatos grandes para su talle -y en el pie equivocado-, y un bombín. Además, tenía el característico bigote -pero falso- y llevaba su bastón (recordemos que el concurso no implicaba ser parecido fisonómicamente al real Charlie Chaplin, sino en hacer una buena imitación de su personaje). Es aquí donde el verdadero, decide hacer la humorada de anotarse de incógnito, pero sólo logra perder. Cuando la broma fue descubierta, el actor declaró a un periodista que, dado lo penoso de las imitaciones, estuvo tentado de dar clases sobre el caminar de Charlot, con el deseo de que, al menos, se lo hiciese apropiadamente.







02/07/2011

Homenaje a Harvie (o sólo 'Fakts')

Este es mi humilde homenaje a ese pequeño-gran hombre: Harvie Krumpet (2003). Al igual que él (mejor dicho: porque lo aprendí de él), los llevo a todos anotados en un cuadernito pequeño, para cuando sea necesario usarlos. Curiosamente, me he cruzado con gente extraordinariamente culta, sensible y con mucho estudio, que los ignora. Así todavía puedo seguir confiando en ellos. Harvie tenía razón: no viene nada mal conocer fakts...


HECHO 10: Todas las termitas del mundo juntas pesarían diez veces más que todos los seres humanos juntos.

HECHO 23: La saliva de los perros es un antiséptico que ayuda a sanar heridas.

HECHO 49: En Rusia, lo que en América se conoce comúnmente como 'ensalada rusa', se llama allí 'ensalada americana' o 'ensalada francesa'.

HECHO 100: Los seres humanos son los únicos primates que no tienen pigmentación en la palma de sus manos.

HECHO 132: Los búhos son las únicas aves que pueden ver el color azul.

HECHO 144: A la edad de los sesenta años, la mayoría de las personas ha perdido el cincuenta por ciento de las papilas gustativas.

HECHO 166: Un hipopótamo puede correr más rápido que un hombre, alcanzando los 40 kilómetros por hora.

HECHO 207: Nuestra letra 'jota' proviene de la letra griega 'iota' y ésta vene de la 'iod'/'iud' hebrea (y es la letra veintidós del alfabeto de ese idioma, y su figura es muy pequeña, sólo un pequeño tilde. De aquí viene la frase 'no saber ni jota', lo que equivale a decir que 'no se sabe ni lo más mínimo de un asunto'

HECHO 234: Los perros son animales domesticados desde hace catorce mil años, mientras los gatos lo son hace siete mil años.

HECHO 344: El mármol es una roca que ha cambiado de su origen (era una caliza), cristalizandose por factores ambientales. Esto la hace una de las rocas clasificadas como 'metamórfica'.

HECHO 355: Un rayo alcanza una temperatura mayor a la de la superficie solar.

HECHO 444: Las arañas son 'hidrómetras', es decir, cazan, comen, nadan, bucean, caminan en la superficie y se reproducen en el agua. Esto sucede gracias a sustancia impermiabilizante que tienen en las patas, y que también actúa como una membrana de sustentación.

HECHO 471: La costumbre de arrojar una pizca de sal sobre el hombro izquierdo si la sal se derrama, proviene de los tiempos en que la sal era un bien preciado, y desperdiciarla era un pecado. Por esto estaría el diablo esperando detrás del culpable a su izquierda para, finalmente, apoderarse de su alma. Entonces, era necesario arrojar un poquito de sal en su cara para ahuyentarlo.

HECHO 482: La niebla es, simplemente, nubes a baja altura. Cuando el agua de ríos y mares se evapora, se condensan luego formando nubes que vemos en el cielo. Pero si la temperatura es baja o hay mucha humedad, la condensación ocurre al ras del agua, produciendo niebla.

HECHO 502: La Estatua de la Libertad fue esculpida en bronce, pero se volvió verde por efecto de la lluvia ácida, que la oxidó con sulfato de cobre.

HECHO 549: La costumbre de apagar las velas para un cumpleaños proviene de la Grecia antigua: En cada cumpleaños, se ofrendaba a la diosa de la luna un pastel de miel redondo (que representaba el ciclo lunar completo). Se le ponía encima cirios encendidos para soplarlos, y así el humo ascendería a ella. De este modo, el homenajeado estaría libre de los malos espírirus por un año.



He aquí lo que se. Por suerte, lo tengo anotado, y además, aún tengo páginas en blanco para seguir sumando otros.




La Vida o Harvie Krumpet


Harvie Krumpet es un maravilloso ejemplo acerca de lo que es la Vida. Y dentro de ella, una vida. No una vida cualquiera, sino la de Harvie Krumpet, que fue intensa, honesta y valiosa. Y como toda vida intensa, también fue simple. Y como toda vida honesta, también fue simple. Y como toda vida valiosa, también fue simple. 

Harvie nació en un bosque polaco con el Síndrome de Tourette, a sus dieciocho años, los nazis invaden y logra escaparse en un barco que decía "Australia", donde al llegar, trabajará por muchos años en un basurero. No para de entrar y salir del hospital -en el que pierde alguna parte de su anatomía interna y se lleva un pedazo de metal en su cabeza-, pero también gana al amor de su vida, Valerie, una enfermera con la que se casa, y con la que adopta a Ruby, una niña adorable, por la que ambos se esfuerzan por educar en el respeto y la ayuda a los demás. Cuando Harvie cumple 65 años, Val muere. Y, si bien Harvie queda solo y recibe algún que otro diagnóstico que lo mantiene en un hogar para que cuiden de él. Aún en esta situación, no todo está perdido para él, y hasta se da el lujo de conocer a una mujer muy, muy especial. 

Una de las características más tiernas de Harvie, es su método de conocimiento, que con amor legó a su niña, Ruby. Él optó por llenar su cabeza por toda suerte de cosas, y las llamaba HECHOS (concretamente 'fakts', y así mismo lo deletreaba, que después de todo, se entiende igual), como por ejemplo: "Los ojos de un avestruz son más grandes que su cerebro", o "Las mariposas huelen con los pies", o también "Los elefantes no pueden saltar sin importar con cuánta fuerza lo intenten". Harvie los apuntaba en un pequeño cuadernito que llevaba consigo, porque:

HECHO 48: Un hecho todavía existe, aun cuando sea ignoradoFakt 48: Fakts still exist even if they are ignored

Además, la vida parecía enseñarle algunos otros, como cuando llegó a su casa y la encontró quemada. Su madre habia dejado el fuego encendido, y Harvie encontró a sus padres allí, desnudos, y congelados:

HECHO 116: Algunos sapos pueden volver a la vida después de congelados. Los humanos no | Fakt 116: Certain frogs can come back to life when thawed. Humans do not.

Un día Harvie descubrió la TV, una fuente inmejorable para memorizar HECHOS. Pero no se olvidó de sacarlos de la vida real, donde continuó descubriendo: "Las banditas elásticas duran más si se mantienen secas", o "la Biblia fue escrita por personas que pensaban que la Tierra era plana", como también "El tiempo no cierra todas las heridas".


Harvie era cualquier cosa menos alguien que despreciase aprender de sus HECHOS. Siguió coleccionándolos, y una mañana hasta descubrió uno acerca de si mismo: 

HECHO 142: El cigarrillo es un sustituto para el pezón de nuestra madre | Fakt 142: A cigarette is a substitute for your mothers nipple.

La vida siguió, y Harvie pudo coleccionar estos que siguen, entre muchos otros más: 

HECHO 268: Existen 3 veces más gallinas en el mundo que seres humanos | Fakt 268: There are three times more chickens in the world than humans.

HECHO 372:  El problema con bailar desnudo es que no todo se detiene cuando para la música | Fakt 372: The trouble with nude dancing is that not everything stops when the music does. 

HECHO 586: El amor no lo conquista todo | Fakt 586: Love does not conquer all.

HECHO 698: Una persona normal usa 90 millas de hilo dental en su tiempo de vida | Fakt 698: The average person uses nineteen miles of dental floss in their lifetime.

HECHO 804: 42% de la población no consigue recordar la contraseña del banco | Fakt 804: 42% of the population can’t remember their pin number.

HECHO 914: El alcohol puede causar embriaguez y desnudez | Fakt 914: alcohol can cause drunkeness and nudity.

Y cerca del final de su vida, Harvie encontró el mejor HECHO, que es casi como su legado:

HECHO 1034: La vida es como un cigarro: Tienes que fumarla hasta el fin Fakt 1034: Life is like a cigarette. Smoke it to the butt.



Adam Elliot,
complicado por algo.
En todo este asunto, no debemos olvidar que la culpa es de Adam Elliot (un hombre con ese gesto a cámara, debe ser culpable de algo seguramente), un animador austrialiano criado con padres, hermanos y dos loros en una granja. A los doce años, comenzó a descollar en literatura inglesa, fotografía, escultura y dibujo, en una escuela privada para varones. Luego de pasar por la universidad, se dedicó a pintar remeras en el mercado artesanal. Luego de ese lapso, decidió estudiar animación en la Universidad Victoriana de las Artes. En ese lapso, rodó su primero corto: 'Uncle' ('tío'). Luego completó un poco más la familia con 'Cousin' (primo) y 'Brother' (hermano). Hacia 2003, se apareció con Harvie Krumpet, y dicen que hasta ganó un Oscar con ese muñequito.





Si aún no conocen al gran Harvie, aquí les dejo la muestra de su grandeza: 

Harvie con subtítulos en español: Primera Parte - Segunda Parte - Tercera Parte

Harvie legendado em português: Primeira Parte - Segunda Parte



Filosofía para Ver... (The Professionals, 1966)

Y para oír. Sí: 'filosofía para ver y para oír'. Tal vez deberíamos agregar 'en el recuerdo', pero es precisamente ese espíritu tan abandónico, tan traicionero, que tiene el dichoso recuerdo el que me sienta aquí, frente a mi computadora a escribir éste post (y espero que otros más, del mismo tipo, en el futuro).

El visionado de una buena película (o un buen guión bien contado) es una experiencia innenarrable para algunos, placentera para muchos y valiosa para ambos grupos sumados. Pero el re-visionado, esa empresa a la que sin conseción debemos someternos por la traición del recuerdo, puede renovar cosas realmente inigualables, perdidas por el momento, pero evocables si las enfrentamos una vez más. Ahora me tocó volver a disfrutar, por quinta o sexta vez, ese gran western, The Professionals (1966, Brooks), una genial adaptación de la novela A Mule for the Marquesa de Frank O'Rourke. El director y ávil guionista ya lo sabíamos muy bueno en lo suyo (hizo Cat on a Hot Tin Roof en 1958, Elmer Gantry con un descollante Burt Lancaster y una adorable Jane Simmons en 1960, el Lord Jim de 1965, In Cold Blood en 1967, como la polémica Looking for Mr. Goodbar en 1977, entre otras tantas), así que, el guión y los modos que eligió para lucirlo visualmente no son algo que no esperásemos... el buen hombre sabía filmar, escogía brillantes historias, y encima, sabía traducirlas bien al celuloide (lo que debe agradacerse, no sólo por el buen momento cinematográfico, sino por la justicia que le hizo a algunos de los tremendos escritores que las habían ideado).


Bill Dolworth: El cementerio de los sin nombre. Enterramos unos buenos amigos allí.
Rico: Y unos buenos enemigos.
Bill Dolworth: Esa fue una batalla del demonio. Sin hombres o armas, igual la ganamos.
Rico: Si, pero a quién le importa ahora... o siquiera lo recuerda?



Bill Dolworth: Saben quién se llevó a la mujer?
Rico: Raza.
Bill Dolworth: Nuestro 'Raza'? Un secuestrador?
Rico: Grant tiene una nota de rescate que lo prueba..
Bill Dolworth: Buenos ¡Que el demonio me lleve!
Rico: Nos llevará a la mayoría de nosotros




Hans Ehrengard: Qué hacian esos norteamericanos en la Revolución Mejicana?
Bill Dollworth: Tal vez sólo hay una revolución, desde el principio: los buenos contra los malos. La pregunta es: Quiénes son los buenos?




Henry Rico Fardan: Academia Militar de Virginia. Misión en Filipina. Cuba con los Jinetes Salvajes de Roosvelt. Casado con una mejicana, hoy fallecida. Se unió a Pancho Villa como experto en armamento y táctica.
J.W. Grant: Tu cabello estaba más oscuro.  
Henry Rico Fardan: Y mi corazón más liviano.



Bill Dolworth: Los hombres en ese tren eran Colorados. Tiradores expertos. También expertos en tortura. Un par de años atrás, quemaron y saquearon un pueblo de tres mil personas. Cuando terminaron, quedaban sólo cuarenta.. La mujer de Fardan era una de las afortunadas cuarenta. "Por qué eres una revolucionaria?" le preguntaron. "Pera librar al mundo de basuras como ustedes" dijo ella. La desnudaron, y la corrieron y la pincharon contra un cactus hasta que su carne estaba... Los otros treinta y nueve rebeldes la vieron morir... y no hicieron nada. Sólo miraron.




Jesus Raza: Cómo terminaste en trabajo sucio?
Bill Dolworth: Lo de siempre: dinero.
Jesus Raza: Todo es como siempre. Necesito armas y balas, como siempre. La guerra va mal, como siempre. Sólo tú... tú no sigues como siempre.  



Jake Sharp: Señor D. ¿Qué hace que un hombre cálido como usted sea dinamitador?
Bill Dolworth: Bueno, te cuento. Nací con una poderosa pasión por la creación. Y no se escribir, o pintar, o componer una canción...
Hans Ehrengard: Entonces, se dedica a volar cosas.
Bill Dolworth: Bueno, así es como el mundo nació. La mayor explosión de todas.



Jesus Raza: Sabes que, por supuesto, uno de nosotros debe morir. 
Bill Dollworth: Tal vez los dos.
Jesus Raza: Morir por dinero es una tontería
Bill Dollworth: Morir por una mujer es más estúpido. Por cualquier mujer, incluso ella.



Bill Dollworth: Ella será la mujer de Joe Grant de nuevo. 
Jesus Raza: Pero eso no cambia nada: Ella es mi mujer, ayer hoy y siempre.
Bill Dollworth: Nada es para siempre, sólo la muerte. Pregúntale a Fierro. Pregúntale a Francisco. Pregúntale a los del cememnterio de los sinnombre.
Jesus Raza: Ellos murieron por aquello en lo que creían.
Bill Dollworth: La revolución? Cuando pare el tiroteo y los muertos sean enterrados...  y los políticos tomen el poder nuevamente, todo será sólo una causa perdida.
Jesus Raza: Entonces... Tú quieres la perfección o nada. Sos demasiado romántico, compadre. La Revolución es como una gran historia de amor. Al principio, ella es una diosa. Una causa santa. Pero toda historia de amor tiene un terrible enemigo: el tiempo. La vemos como realmente es. La Revolución no es una diosa, sino una puta. Nunca fue pura, o santa, y menos perfecta. Entonces nos vamos. Buscamos otra amante, otra causa. Asuntos rápidos y sórdidos. Lujuria, pero no amor. Pasión, pero no compasión. Sin amor... sin una causa, no somos nada. Nos quedamos porque creemos. Nos vamos porque estamos desilusionados. Volvemos porque nos sentimos perdidos. Morimos porque no podemos evitarlo. 



[Bill Dolworth recorre con la mirada el cuerpo de Maria Grant's]
Maria Grant: Si?
Bill Dolworth: Sólo me preguntaba, qué hace que usted valga cien mil dolares... 
Maria Grant: ...Váyase al infierno.
Bill Dolworth: Sí, señora. Estoy en camino hacia él.






Al igual que de lo que no se puede hablar es mejor no hablar, de lo ya dicho prefiero, sin dudarlo, tampoco hacerlo.