Shakespeer y Shakespeare.


Shakespeer
acontece en un cruce improbable de dos sentidos.

El primero, en la unión de dos palabras: shake [-up] (sacudir, agitar, remover bruscamente; debilitar, desalentar... pero también zafarse, liberarse). Y peer que, en una de sus acepciones señala a quienes son pares en un grupo (por edad, posición social y/o habilidades) y en laotra acepción describe la posesión de título nobiliario en el Reino Unido (esto incluye a quienes alcanzan honor de
Lord y por eso su lugar en la Cámara).

El segundo sentido es más intuitivo: la similitud fonética con el apellido del genial William, quien conocía varios (más) de los vericuetos del corazón humano.


En ese cruce breve, en ese chispazo más que improbable, en ese enlace natural, se despliega este blog.


22/04/2011

Test sólo para Hombres (¡SÓLO para hombres!)

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AVISO: Este test no tiene validez alguna en féminas (salvo que esa lectura se motive y acabe, en la mera curiosidad). No pierda su tiempo.
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Evaluados: Si alguna se ha preguntado qué iba a ser de su vida en aspectos amorosos, he aquí su respuesta. El procedimiento es relativamente corto, pero la sentencia es realmente sintética. Esto es lo que hace promisorio someterse a este test y así conocer su situación. Además de ello, podrá olvidarse de esa recurrente pregunta y dedicarse a ejercer su condición de una vez por todas. 

Además (y nunca lo olvide)
que el tiempo juega en su contra. 
Procedimiento: Tras leer el siguiente párrafo, evalúe si se describe alguna ocasión en su vida en el pasado, el presente o -sospecha- futura. El resultado de este ejercicio identificatorio, puede encontrarlo al final de estas líneas, en unas poquísimas palabras.

'La mígala discurre libremente por la casa, pero mi capacidad de horror no disminuye. El día en que Beatriz y yo entramos en aquella barraca inmunda de la feria callejera, me di cuenta de que la repulsiva alimaña era lo más atroz que podía depararme el destino. Peor que el desprecio y la conmiseración brillando de pronto en una clara mirada. Unos días más tarde volví para comprar la mígala, y el sorprendido saltimbanqui me dio algunos informes acerca de sus costumbres y su alimentación extraña. Entonces comprendí que tenía en las manos, de una vez por todas, la amenaza total, la máxima dosis de terror que mi espíritu podía soportar. Recuerdo mi paso tembloroso, vacilante, cuando de regreso a la casa sentía el peso leve y denso de la araña, ese peso del cual podía descontar, con seguridad, el de la caja de madera en que la llevaba, como si fueran dos pesos totalmente diferentes: el de la madera inocente y el del impuro y ponzoñoso animal que tiraba de mí como un lastre definitivo. Dentro de aquella caja iba el infierno personal que instalaría en mi casa para destruir, para anular al otro, el descomunal infierno de los hombres. La noche memorable en que solté a la mígala en mi departamento y la vi correr como un cangrejo y ocultarse bajo un mueble, ha sido el principio de una vida indescriptible. Desde entonces, cada uno de los instantes de que dispongo ha sido recorrido por los pasos de la araña, que llena la casa con su presencia invisible. Todas las noches tiemblo en espera de la picadura mortal. Muchas veces despierto con el cuerpo helado, tenso, inmóvil, porque el sueño ha creado para mí, con precisión, el paso cosquilleante de la aralia sobre mi piel, su peso indefinible, su consistencia de entraña. Sin embargo, siempre amanece. Estoy vivo y mi alma inútilmente se apresta y se perfecciona. Hay días en que pienso que la mígala ha desaparecido, que se ha extraviado o que ha muerto. Pero no hago nada para comprobarlo. Dejo siempre que el azar me vuelva a poner frente a ella, al salir del baño, o mientras me desvisto para echarme en la cama. A veces el silencio de la noche me trae el eco de sus pasos, que he aprendido a oír, aunque sé que son imperceptibles. Muchos días encuentro intacto el alimento que he dejado la víspera. Cuando desaparece, no sé si lo ha devorado la mígala o algún otro inocente huésped de la casa. He llegado a pensar también que acaso estoy siendo víctima de una superchería y que me hallo a merced de una falsa mígala. Tal vez el saltimbanqui me ha engañado, haciéndome pagar un alto precio por un inofensivo y repugnante escarabajo. Pero en realidad esto no tiene importancia, porque yo he consagrado a la mígala con la certeza de mi muerte aplazada. En las horas más agudas del insomnio, cuando me pierdo en conjeturas y nada me tranquiliza, suele visitarme la mígala. Se pasea embrolladamente por el cuarto y trata de subir con torpeza a las paredes. Se detiene, levanta su cabeza y mueve los palpos. Parece husmear, agitada, un invisible compañero. Entonces, estremecido en mi soledad, acorralado por el pequeño monstruo, recuerdo que en otro tiempo yo soñaba con Beatriz y en su compañía imposible'. ("La Mígala" de Juan José Arreola)*



Resultado: Si ha encontrado posibilidades de identificarse con el protagonista, su condición es definitiva (y reconocemos, a su favor, que mucho más sencilla de indicar que de padecer): su vida amorosa está centrada en lograr que usted sufra, experimentando recurrentes momentos de incompletitud, como en la imposibilidad de concretar lo que usted [se cree que] busca. Tómelo así y asúmase. La vida se facilita considerablemente luego de ello.






* Los destacados se utilizaron con el único fin de facilitar la tarea al evaluado mientras se somete a su prueba. 




Sin título (XII)



No entiendo por qué la gente se asusta de las nuevas ideas. A mi me asustan las viejas. 


John Cage





17/04/2011

Propagar Nazis

Otro caso inigualable del Design Observer. Ahora se ocupan de Steven Heller, diseñador prestigioso y especialista en diseño crítico. Heller cree que el deseo ferviente de Hitler de alcanzar el dominio propagandístico entre las naciones era un resultado directo de la derrota padecida por Alemania en la Primera Guerra Mundial. La verdad es que no fue solamente esto lo que comenzó en 1919. Digamos que casi el mismo nazismo encontró mucho asidero en esa coyuntura de derrota, y de una República de Weimar que se corroería en inflación y otros pesares. Nos atrevemos, y afirmamos, con muy poca prudencia -dado que es un criterio muy común entre historiadores, pero también entre las personas más corrientes que vivieron ese proceso (no es difícil encontrar un/a inglés/a o un/a francés/a añoso/a que sepa, sin mucho análisis, que la Segunda Guerra Mundial no comenzó en el '39 sino, más bien, en 1919, con una Alemania humillada que se desquitaría con seguridad), que de tocar fondo, Alemania rebotaría hacia arriba con fuerza y con odio. No obstante lo de Heller no nos parezca en demasía preciso en ese aspecto, no dudamos que en lo que hace a la cartelería nazzi dentro de su empresa propagandística, debe estar en lo cierto. Por algo es un especialista... 

El famoso trabajo propagandístico del NSDAP
Así que, esa derrota magnánima de la primera gran conflagración mundial, y la creencia hitleriana firme en que la propaganda Aliada fue claramente superior, influyendo el magro resultado del Kaiser Guillermo II, llevo a un bombardeo profuso... pero de posters y gráficas de diferente tipo, lograron que el 'huno bárbaro' fuese difamado en los ojos del mismísimo mundo, retratando al Kaiser como un militar insensible, una bestia sedienta de sangre. Y el contraataque alemán para esto fue -en lo máximo-, muchísimo menor. Heller cita a Eugen Hadamovsky, el aprendiz de Josef Goebbels, en el libro Propaganda y Poder Nacional de 1933 (reimpreso por Arno Press en 1972): 'los alemanes fueron enviados en esta enorme batalla con no mucho más que un simple slogan'. Así que cuando los nazis tomaron el poder, Hitler encomendó un libro titulado Das Politische Plakat: Eine Psychologische Betrachtung a Erwin Schockel (editado por Franz Eher Verlag, en  1939), un tratado de corte psicológico con los logros de la propaganda inglesa, americana, francesa, rusa y alemana en posters y gráficas. Era un manual de consulta para los propagandistas alemanes. El propósito de Heller es hacerse eco del estudio de Erwin Schockel (en El Póster Político. Una Revisión Psicológica -- hasta donde sabemos, no traducido al español aún), donde se compara el decurso de los pósters a lo largo del tiempo desde tiempos pasados al momento del ascenso nazi, comparando y contrastando los estilos nacionales y vocabularios. Schockel, director de arte en el área de propaganda del partido, se aplicó con su mayor interés a estudiar los desarrollos en misivas de guerra, comunicaciones políticas internas como al rol de los posters en el cambio de opinión, y en cómo los sectores desarrollan diferentes signos y símbolos. Tomó y escribió Politische Plakat como una compilación de asuntos concernientes al Reichspropagandaleitung, sita en Münich (que era un departamento separado del más poderoso Ministerio de Propaganda con base en Berlín, dado que el primero era el área propagandística pero del partido, y concerniente sólo a sus miembros).


La famosa campaña gráfica a la que se dedica Schockel.

El mensaje del libro de Schockel es claro: la gráfica propagandística debe ser simple y recordable y comenta, en este sentido, un poster en particular del partido, de 1932, tan minimalista que podría ser fácilmente confundido con el diseño modernista, presentado una silueta movible en blanco y negro de la cara de Hitler -bueno, sólo la cabeza del Führer- en fondo negro. Con un toque algo hipnótico (una suerte de predecesor del ubicuo 'Gran Hermano'), estaba enfocado en el observador y no en lo mostrado: El concepto "hitler" estaba presentado en Sans-Serif mayúscula y blanca, con solo un tilde (un cuadradito sobre la 'i' del nombre, talvez como un guiño visual sobre su bigote recortado). La calma, la bondad y la fuerza radiaban de la cara de Hilter comunicándose de ese modo al observador, consideró el halagador profesional Schockel. Para el autor, la impresión que causa en el observador es la de un espíritu no contaminado debe ser fuerte...sumado a esto, tenemos el poster impreso en un fondo negro, un desviador de la mirada en el medio de los típicos colores chillones, pilares de la publicidad gráfica, y, luego de la Primera Gran Guerra, asegura Schockel, nada era librado al azar en la propaganda nazi.























Hongo (de los tóxicos)

Hongos de temer. 
Luego de las fotos encontradas en el baúl de madera, rodeemos lo que pasaba entonces. Así veremos qué sucedió en esos lares, donde los dos hongos tóxicos fueron plantados. 

Japón se rinde a los Aliados el 14 de agosto de 1945. El día siguiente, el Emperador Hirohito, rompiendo la tradición, usó la radio para anunciar por vez primera la derrota. Hablando con frases hechas, exhortó a sus súbditos a 'tolerar lo intolerable y soportar lo insoportable'. El enemigo había 'por primera vez, usado bombas crueles para matar y mutilar personas... y las graves bajas estaban más allá de lo mensurable'. Ese mismo día, Truman encomienda la misión de Evaluación de la Estrategia del Bombardeo Americano en el Frente Pacífico, la que debería cuantificar lo que Hirohito creía incontable. El objetivo era medir, tan precisamente como fuese posible, el efecto de las dos bombas (aunque ahora comentaremos en el Hiroshima, de donde provienen y dan cuenta las fotos). En otras palabras, debían poner dígitos al problema para que los norteamericanos tuviesen un cuadro real de referencia en el cual basar sus conclusiones sobre las 'capacidades' de la bomba, como de sus limitaciones. Así lo expresó Paul Nitze, el vicepresidente y autor de la evaluación. 

Como una parte del reporte general, se constituye un grupo especial: la División de Daños Físicos, para relevar los números necesarios. La componían miembros del Ejército, Marina y población civil -un total de aproximadamente ciento cincuenta hombres-, incluyendo ingenieros, intérpretes, fotógrafos y taquígrafos. Según la versión del Departamento de Guerra estadounidense -ahora declasificada-, este grupo tuvo la más importante y sin duda la más espectacular tarea del relevo total. Durante finales de octubre y noviembre de 1945, cada mañana, el grupo destinado a relevar los daños iban hacia Hiroshima donde habían levantado su centro de operaciones (en el segundo piso de un banco parcialmente destruido por la bomba). Se dedicarían exclusivamente a buscar los vestigios de la explosión, calibrando el daño y analizando la destrucción física de la ciudad. Por supuesto, una tarea impiadosa: entrado noviembre (recordemos: la bomba la arrojaron a principios de agosto), todavía se topaban con esqueletos que no habían sido cremados por la radiación...

Las ciudades de Japón en esos oscuros días de otoño eran una declaración de una tristeza indeciblesólo las cenizas y desolación de chimeneas sueltas sin otra estructura alrededor, dijo el conocido economista, John Kenneth Galbraith, uno de los miembros del equipo económico de la evaluación gubernamental. El equipo que se ocupaba del daño físico de la ciudad, examinó esas mismas estructuras que habían quedado en pié (las chimeneas, paredes y estructuras reforzadas de cemento que sobrevivieron) para explicar el efecto de la explosión sobre el metal y la madera a la enorme presión de la Bomba: en el derrumbe asombrosamente rápido, esa presión acható los techos y la onda expansiva retorció y sacudió esas estructuras de metal y madera enteras. Para estudiarlo y dar cuenta de ello, tomaron fotos, las que, en el año 2000, fueron encontradas en una vereda de Massachusetts.

Algunas de esas fotos fueron publicadas por el gobierno de los EUA en una edición limitada, allá por 1946. Si bien ninguna muestra sufrimiento humano -simplemente porque nuestros cuerpos se evaporan antes de que lo hagan esas estructuras-, el artículo del Design Observer señala algo muy cierto: esas fotos, están diciendo (gritando) esto es lo que nosotros, la humanidad, somos capaces de desatar unos contra los otros. Como ruinas que son, ellas nos remiten de vuelta hacia atrás en el tiempo (esto es lo que hemos hecho, esto es lo que somos capaces de hacer) mientras simultáneamente nos advierten de un futuro que no hemos aún encontrado (ellas dan la materia misma a nuestro terror acerca del uso de otras armas nucleares). Son lo que Robert Jay Lifton ha llamado el 'imaginario de la extinción', imágenes que reviven en nuestra imaginación las consecuencias de otro holocausto masivo y en ese sentido ayudando, aunque de manera muy débil, a mantenernos vivos también. 

La última idea de Lifton sabe ingenua por un lado, e incompleta por el otro, pero luego de reflexionar en este tema al hacer la traducción, no tengo ganas de seguir explayándome en razones o puntos de vista.







16/04/2011

Historias de la Historia (en Hiroshima)

En un artículo que escribió Adam Harrison Levy (un escritor y documentalista del que se dice que su trabajo para la BBC2 sobre consumismo en los '60s es realmente bueno) con motivo del 64° triste aniversario de la incineración de Hiroshima en el Design Observer, narra una experiencia tan valiosa que realmente es un desperdicio no replicarla en español, para que más personas accedan a ella. En este primero post nos dedicaremos a las historias que rodean la historia, en relación con lo de Hiroshima. En el próximo, nos referiremos a las fotos, su origen y sentido. 


Hacia el año 2000, en Watertown (Massachusetts), un hombre paseaba a su perro. En uno de los cruces de la vereda ve un montón de basura (colchones viejos, lámparas rotas...). Le llama la atención una caja o baúl, y va a ver qué es. Tenía una suerte de tira de cuero con una hebilla que lo sujetaba, así que la desató, y vió qué había dentro. Estaba llena de fotos en blanco y negro. Lo sorprendente era lo que esas fotos mostraban: edificios devastados, cimientos de hierro torcidos, puentes rotos... eran fotos de una ciudad aniquilada. Rápido se volvió a su casa con el tesoro. Ya en la mesa de la cocina, volvió a tomar las fotos y la sospecha se confirmó: eran los efectos de la primera bomba atómica. Estaba viendo Hiroshima (o lo que quedó de ella). Y eran casi setescientas y una fotos. O pruebas.


En esta caja de madera encontraron las fotos.

Concretamente, daban cuenta de que el 6 de agosto de 1945, a las 8:15 am, la Enola Gay cayó a tierra. El número exacto de muertos no se conoce, pero se estableció en ciento diez mil civiles y veinte mil uniformados, muchos de ellos instantáneamente evaporados por el calor de la estampida o bien quemados por la bola de fuego que inmediatamente arrasó la ciudad. Miles más morirían los meses siguientes, por causa de la radiación.


Treinta y uno días luego de la debacle, un grupo de científicos norteamericanos sobrevolaron el lugar para ver el desastre que habían hecho sus compatriotas: No se veía más que una enorme cicatriz plana de óxido rojizo, sin el gris del cemento o verde (porque no había techos de las construcciones o señales de vegetación alguna). Al igual que al ordenar incinerar una ciudad, la carencia total de fuentes documentales tampoco era un 'accidente': un mes después de que Japón se rindiese a los norteamericanos, el 18 de septiembre de 1945, el gobierno vencedor impuso un estricto régimen de censura en la recién derrotada nación. Nada que alterase los ánimos sería publicado, dado que el vencedor no ignoraba que el dolor y la ira podía desatarse al ver ese panorama de la ciudad (hay quienes sostienen, también, que la razón verdadera era, por cuestiones estratégicas, mantener secreta la capacidad de destrucción física de esta nueva arma). No obstante, la censura de la evidencia visual sirvió a un tercer propósito: ayudó a Japón y a E.E.U.U. a inhibir cualquier cuestionamiento doméstico acerca del mismo uso de La Bomba como arma de guerra. Esto es realmente curioso en términos de registros fotográficos y/o audiovisuales, ya que la Segunda Guerra Mundial fue el momento 'de madurez' -por así decirlo- de la cámara como factor de documentación de los desastres a los que lleva la guerra (si bien conocimos los trabajos de Robert Cappa en la Guerra Civil española -y hasta los mismos documentos de la Blitz en Londres-, en la segunda conflagración mundial el registro fílmico y fotográfico fue prolífico... pero acompañado por una enorme y duradera cantidad de censura). Lo cierto es que al pensar en Hiroshima, sólo proyectamos en nuestra mente el conocido 'hongo'. Y aún cuando eso sea todo un ícono, no es algo que 'simplemente sucedió' como una tragedia natural, sino el producto de la mismísima acción humana. 


...pero habíamos comenzado contando la historia de un hombre que paseaba a su perro... Pues bien, ese trabajador de tiempo completo en su negocio de comidas -que le permitió que sus seis hijos pudiesen ir a la universidad-, mientras era entrevistado por Levy, hizo un comentario más interesante que el que algunos estudiosos del tema podrían hacer (sobre todo, porque es apropiado y simple, sensible y real a un tiempo): 'El punto que más me afecta sobre las fotografías is lo que no está en ellas. Las ausencias, como la foto de los pies marcados como tiza en el puente'. Y pensativo, dice: 'La gente sabe qué hicimos en Hiroshima. Pero simplemente, no queremos pensar en eso' (la negrita es mía). 



Hiroshima (autor desconocido, 1945) - ICP

Allende lo que muchos lamentemos y nos avergoncemos por ese hecho, cuando las fotos fueron encontradas, nadie sabía qué hacer con ellas... El descubridor las archivó por años, y se ocupó, mientras tanto, de su vida y la de su familia. Unos años después, hablando con una cliente, mencionó el asunto de las fotos. Ella logró armar una muestra en 2003, pero fue casi ignorada. 

Levy decidió ir a ver qué era del lugar donde habían sido encontradas. Vieron la casa y la vereda, y de ahí empezaron una búsqueda en la municipalidad para saber quiénes habían habitado la casa, googlearon algunos de esos nombres, llamaron a otros, hasta que alguien -apellidado Levitt-, del otro lado de línea, dijo: 'Las fotos? De Hiroshima? Las tienes? Pensé que estaban en mi sótano! Cómo las conseguiste? Esto es increíble! Debo haberlas tirado por accidente cuando estaba moviendo mis cosas. Nunca me hubiese desecho de ellas deliberadamente. Las tengo conmigo desde 1972! (...) Mira, creo que tal vez haya más, estoy seguro. Te llamaré de vuelta en diez minutos'. Vuelve a sonar el teléfono y lo confirma. Además, le dice que iría a verlo para mostrárselas: resultó que eran treinta fotos más de 10 x 20 en blanco y negro, algunas de las cuales tenían la marca 'Top Secret' y 'Restricted'. Eran fotos de reconocimiento aéreo, que había obtenido de un amigo que trabajaba de pintor de casas, a principios de los '70s, cuando vivió cerca de New York. Cree que aquél las encontró mientras hacía alguno de esos trabajos, pero sin seguridad alguna. De cualquier modo, las fotos estaban tiradas por ahí... Levitt dice que siempre quedó prendado con ellas, que algo siempre lo conmovía... pero se le hizo complicado hablar de ello. Recuperado, dice que, aún cuando todos vemos muerte y desastre por TV permanentemente, esas fotos eran diferentes, tal vez porque eran de objetos físicos. No representaban el horror precisamente, porque no vemos cuerpos. Pero su poder es realmente intenso... y agrega algo realmente interesante, valioso, importante para quienes nos gusta ver lo que la cámara nos deja ver, después de todo: 'creo que es porque no puedo evitar colocarme detrás del lente. Qué sentía el tipo que las tomó? Estaba disparaba y giraba el rollo. Disparaba y pasaba el rollo'. Esta idea vale, una vez más -y seguramente no la última- para reavivar el debate que envolvió el trabajo de Cappa en plena guerra ibérica intestina...


La foto fue llamada sólo 'Hiroshima' (1945). Pertenece al USA Strategic Bombing Survey Archive
(y fue adquirida con los fondos de la International Center of Photography en 2006).



Hiroshima (autor desconocido, 1945) - ICP


Hiroshima (autor desconocido, 1945) - ICP


Hiroshima (autor desconocido, 1945) - ICP


Hiroshima (autor desconocido, 1945) - ICP










Hiroshima (autor desconocido, 1945) - ICP









Hiroshima (autor desconocido, 1945) - ICP













Hiroshima (autor desconocido, 1945) - ICP

Hiroshima (autor desconocido, 1945) - ICP





Luego del último encuentro, Levitt logró localizar a su amigo. Llamó ansioso y sin aliento a Levy para contarle que lo había hecho, y le dijo que él recordaba haber trabajado en una casa donde había habido un incendio y la familia se estaba deshaciendo de varias cosas. Vió una suerte de baúl de madera con incripciones en japonés y decidió llevársela. Dentro tenía las fotos. Una semana después, Levitt recibió de su amigo, Harlan Miller, un e-mail con un archivo .jpg: era la foto que vemos aquí, más arriba, de esa suerte de caja-baúl. En el frente (si miran con atención, seguro lo divisan, arriba de la última fila de números) se lee Tte. Robert L. Corsbie. Otra vez Levy y compañía buscaron algún dato de este nombre. El Depto. de Defensa acredita que era un oficial de marina y miembro del equipo de daño físico de la Evaluación.



En el próximo post, algunos hechos que, si bien no están aquí fotografiados, explican la existencia de estas pruebas de la miseria humana (aún en la misma nación que se jacta de su permanente defensa y lucha por los derechos humanos). 






15/04/2011

I want to be cool... V


Just one idea shows us her totaly 'fighting kind': there’s no such thing like begging rights: we have to conquer them. This was her way of life. She was Julieta Lantieri, born in 1873 in Cuneo – an Italian area in Piedmont. At her 6 years old her whole family immigrates to Argentina. In 1886, Julieta began to study at Colegio Provincial (before known as Colegio Nacional Rafael Hernández) in La Plata -- main city in Buenos Aires. Julieta was the first woman in such a school and later on the first one to study Medicine Science (but at the public university in Buenos Aires). By 1911, the Buenos Aires Town Hall called for legislative elections and Julieta realized since gender was not specified she was able to vote... This bold attitude turned her in the very first woman who votes not only in Argentina but in Latin America! This really special lady was the sixth woman working as a GP in Argentina, specialized in mental disorders in children and women. Rights of both groups were simply her never-ending fight. In this direction, she creates the First Association for College Women and integrates the Socialist Party with the well known Alicia Moreau de Justo. Lately, she also creates the first feminist party in Argentina and run for national congress woman. Her amazing bravery and her popular causes wasn’t nice for the conservative army people and when these made the coup d'etat against the constitutional government of Hipólito Yrigoyen, Julieta died in a car accident. This sad event was highly suspected in those days as politically motivated. She always said: My deeds are an affirmation of my conscience and I am just doing my duty.





I want to be cool. Just like this lady...




14/04/2011

Construir hacia Abajo.


Absurda zanahoria. 
El bambú japonés se siembra, se abona, y luego se debe regar constantemente. Durante los primeros siete años no sucede nada visible, tanto es así que cualquiera cultivador inexperto se convencería de haber comprado semillas infértiles...

Durante el séptimo año, en sólo seis semanas la planta de bambú crece más de 30 metros. Y por supuesto que no tardó seis semanas en crecer, sino siete años y seis semanas (tal vez, en lugar de crecer, tardó ese tiempo en desarrollarse), porque en los primeros siete años, estaba generando un complejo sistema de raíces que permitirán sostener ese crecimiento exponencial que va a tener en seis semanas.







09/04/2011

BookFabrik lo (te) Prueba.

En el momento seridipédico (¿?) de este blog, encontramos un recurso que prueba tu actividad en Facebook o materializa tu blog en una prueba (gratis), un .pdf (por tres euros) o e un libro hecho y derecho (por... más que tres euros, por supuesto - y sumen el shipping!). En cuanto a la red social de las redes sociales (más conocida como Facebook) lo que ofrece, es realmente digno de teenagers: un archivo/impresión del calendario completo de los cumpleaños de tus contactos. En cuanto al blogueo, ofrece una herramienta realmente útil para aquéllos que lo hacen como parte de un proyecto, o persiguen una causa, o incluso, viven de los contenidos que cuelgan de su bitácora. En esos primeros casos, esta herramienta puede ser muy importante para compartir las experiencias como para sacar más conclusiones de ellas... Y ni qué hablar de bloguers que difunden contenidos educativos o quieren compartir posts específicos en redes donde se comparten documentos.

Así como dicen que la guerra es la política por otros medios, he aquí la conversión de formato como el blogueo por otros medios (?!): BookFabrik: Capture Your Digital Life







03/04/2011

I want to be cool... IV




  1. He is the father of modern Turkey. He was born by the name of Mustafa Kemal Atatürk. In 1881 and chooses the army as a career in 1915, during the First World War led the Turkish army at Gelibolu and Istanbul. By the end of the war he was a total hero and from that time on all of the Turkish people supported him. He led again the Turkish army in the War of Independence (1919-1922), and in 1923 became the first President of the New Republic of Turkey. During the last fifteen years of his life in Atatürk introducing many reforms and improving life of great modern Turkey. He died in November 1938, but today his people still think of him with the greatest respect. 
  2. A hundred and sixty years ago, most nurses did not study nursing, but a British woman, called Florence Nightingale tried to change this lack of proper education. In the 1850s she worked in a hospital for wounded soldiers in the Crimea (now Ukraine) – then there was a war during from 1850 to 1853. People say she never slept but spent all her time helping the men. The soldiers called her ‘The Lady of the Lamp’ because of the lamp she always carried as she walked around at night through the wounded. When she returned to England, she began a school of nursing in London. This great lady died in 1910.


I want to be cool, just like these good people.




Sin título (XI)




Antes de dar al pueblo sacerdotes, soldados y maestros, sería oportuno saber si no se está muriendo de hambre.

Leon Tolstoi





I want to be cool... III


       
  1. Not many people know about Marie Curie’s activities during the Worl War One. The grateful woman went to battlefield with her daughter Irene (later well known as the author of her mother’s biography) to set up an X-ray able to be carried around and get precise diagnosis of wound soldiers (she got the money from wealthy French families, universities and automobile factories).  In 1914 went in the first ambulance, only equipped with X-ray equipment motorized by a horsepower. Full of enthusiasm Mary learned anatomy, took radiology samples and even drove their vehicle! They say the very first soldier who got into the ambulance had bullets in his head, arm and hips. After took care, Mary diagnosed another 29 French privates just in one night and more than a million during two years, the whole time that this French Army service lasted). Mary Curie – or better: Marya Sklodowska, was born in November the 7th of 1867 in Warsaw and passed away in July the 4th of 1934.
  2. Rachel was born in a small town in Pennsylvania, in 1907. She was brought up in a small farm and seems there became really interested in nature (she usually write poems about her animals – how sweet from a little girl!). When she reached 18 years old, left her family home and went to study zoology at the Pennsylvania College for Women. She graduated in 1929 and then study at the John Hopkins University in Baltimore. For many, many years she worked as a biologist. She had no doubt at all about people, animals and plants are all linked and her books were fundamental to many people to understand the importance of environment for every one of us. Nowadays, they call her ‘The Mother of the Environmental Movement’.
I want to be cool, just like these people.




27/03/2011

No Leas, que Contamina.

En cabeza cerrada no entran ideas. 
Andrés Rivera cuenta una historia maravillosa en un libro que felizmente cayó a mis manos hace unos cinco o seis años (*): el genial Dashiel Hammett, fue juzgado el 26 de marzo de 1953 por el subcomité del Senado de los Estados Unidos presidido por el infame Joseph McCarthy (el que examinaba, en este caso -entre otras cosas- qué libros pro-comunistas habían conseguido infiltrarse en ciento cincuenta bibliotecas dependientes del Departamento de Estado en el extranjero. Todo esto, por supuesto, dentro del paraguas del Comité de Actividades Antinorteamericanas). Entre ellos, había, aparentemente, unos trecientos ejemplares con autoría de Hammett, esparcidos en setenta y tres de esas bibliotecas. Fue esto lo que le valió al autor una cita para declarar.

McCarthy, que se tomaba muy en serio lo suyo, lo interrogó por bastante tiempo. En ello, le pregunta: 'Si usted estuviera gastando, como estamos haciendo nosotros, más de cien millones de dólares al año en un programa de informaciones que se supone tiene por objetivo luchar contra el comunismo, y si usted fuera encargado de este programa de lucha contra el comunismo ¿adquiriría usted las obras de unos 75 autores comunistas y las distribuiría por todo el mundo estampando en ellas nuestro sello oficial de aprobación?' Hasta esa pregunta, Hammett se había amparado en la Cuarta Cláusula de la Constitución norteamericana (ella permite que el interrogado no conteste, si considera que su respuesta se convertirá en una acusación hacia sí mismo). Rompió el silencio y le contestó: 'Bien, pienso -por supuesto que no lo sé- que si estuviera luchando contra el comunismo, creo que lo que haría es no darle a la gente ninguna clase de libros', a lo que McCarthy devolvió: Viniendo de un autor, este comentario es poco corriente. Muchas gracias, ha terminado el interrogatorio'.  





(*) Ese libro era Un Golpe a los Libros: Represión a la Cultura Durante la Última Dictadura Militar, de Hernán Invernizzi y Judith Gociol, editado por EUDEBA en 2003.



Las Tetas de Liz


Luego de la muerte de un artista renombrado, se desencadena esa catarata de reseñas superficiales, encargadas por la redacción de todo tipo de medio, en el registro que los periodistas manejan, reproducen y adoran: la repetición de hechos no muy conexos con el comentario agitado -que ellos seguramente declaran como su condición de inquietud-, pero que refleja la carrera contra el momento en que deben entregar su servicio (si la escritura depende de deadlines, no existe tal cosa como la escritura, pues!. Escribir con fecha de vencimiento, implica que se pudra lo escrito cuando entre en contacto con el oxígeno). El punto es que parece que la muerte los inspira (aunque luego acaben en comentario bien sencillitos)... O que la gente necesita su servicio a tiempo, como una dosis ya retrasada.

Sea que muera Monicelli o Antonioni, Hooper o Brando, la catarata es siempre interminable (espero siempre ansiosa la gota final, pero nunca llega antes de que la injusticia se cuele en ese maremagnum...). Como a todos nos tocará, esta semana leímos cantidad de reseñas acerca de Elizabeth Taylor.

Dejando de lado la tinta desperdiciada en lugares comunes (sus ojos violáceos, sus matrimonios, sus enfermedades y el marido que le quitó a la encantadora Debbie Reynolds -todos puntos realmente olvidables en la vida de cualquier persona, estrella o no), muchos presentados como entendidos en la materia, nombraron de Taylor en las obras más evidentes -y en ellas, comentan tal vez los hechos menores-, olvidando, o no sabiendo, que la actriz, además de una belleza sin par, no era 'la actriz de no tanto carácter' como muchos la señalaron (o sea, la difamaron después de muerta, cuando pretendían hacer un homenaje), sino una gran actriz, que, aún cuando pudo haber llegado donde llegó por esa belleza, mostró interpretaciones realmente impresionantes (¿recuerdan, cuando niñita, hizo la Jean Eyre de Orson Welles? ¿Cómo olvidar la genialidad con que interpreta esa escena final de Who's Afraid of Virginia Woolf? ¿Y esa complicada mujer de Identikit?... Ahora ¿esto la convierte en la versión femenina de Marlon Brando? Tal vez no, pero lo que hizo no fue poco. Y eso mismo, no la califica, con seguridad, en algo más que una actriz del poco carácter que con que la difaman a horas de su muerte.

Es tristemente probable que, mientras estos críticos debían haber disfrutado de su labor artística, estuviesen prendidos mirando la pechuga de Liz (y por eso, en todas los pasajes en que elogian su descomunal belleza, seguro está nublado por el imposible explícito elogio de su delantera, si quieren seguir posando de periodistas serio, disimulando su verdadera condición). Es siempre el mismo problema con las tetas...



26/03/2011

Pasado, Presente y Futuro


Yo recordé, recordaba, he recordado, había recordado, hube recordado.


Yo recuerdo.


Yo recordaré, habré recordado.






24/III/1976
(y su antes, y su después...)













23/03/2011

My Whole Beliefs System



There are more things in heaven and earth, Horatio, than are dreamnt of in your philosophy.



William Shakespeare.




...y no sólo Mozart.

Es curioso, pero Mozart no es el único que produce el Efecto Mozart. Así es. El poder de la música -comprobable antes del nacimiento del gran genio, posterior a él y aún presente si no conociésemos u oyésemos nunca su trabajo- está también presente en la música popular de los años '30s, en la conocida 'Para Elisa' de Beethoven, en algunas piezas de Johan Sebastian Bach (aquellas que se diferencian de las de menor frecuencia -o de corto plazo- para el cerebro) y en la música del griego Yanni (esta última es útil, concretamente, para mejorar algunos tipos de epilepsia y las relaciones espacio-temporales en personas afectadas por el Mal de Alzheimer).


Si les interesa encontrar lo que algunos neurólogos han referido como estado de alerta relajada (y que muchos yoguis, meditadores asiduos y budistas conocen como bodhi o 'estado despierto de la mente'), un nivel de frecuencias cerebrales altamente favorable para el aprendizaje matemático, pueden probar este repertorio:



  • Adagio, 2° movimiento. Concerto en La para clarinete. Kegel 622
  • Andantino, 2° movimiento. Concerto en Do para flauta y arpa. Kegel 299
  • Adagio, 2° movimiento. Concerto #3 en Sol para violín. Kegel 216
  • Andante, 2° movimiento. Concerto #21 en Do para piano. Kegel 477
  • Sinfonías 32, 25,26,40 y 41 (en particular: Allegro vivace y andante cantabile)




Si recelan del efecto neurológico, al menos acariciarán su alma por medio de los oídos y lo que perciban, de toda esta belleza, en la piel. 






Mozart Abre.

Musicoterapia, más que nunca.
Dicen que dicen (aunque suene mal, así es el asunto, dada la poca importancia de la anécdota) que Mozart, en el transcurso de los partos de sus hijos, solia acompañar a su esposa Constanza, tomando su mano con delicadeza y susurrándole melodías en su vientre y su oído, mientras que con la otra mano anotaba esas composiciones (en fin, detalle de aparente color, pero total irrelevancia, dado que hizo cosas aún mejores que esta pequeña excentricidad). Lo que sí es interesante, es la capacidad holística de Wolfgang de concebir y ver en su mente una composición entera, como un plano, antes de escribirla. Concretamente, creía que todo estaba compuesto, aunque no escrito aún... 


En el vientre de su madre, asistía a los sonidos que salían del violín de su padre, el director de la Orquesta de Salzburgo. Su madre, era como Wolfgang, hija de un músico, y lo creó entre melodías y serenatas. El camino, se lo haría por él solito: a los seis años compuso su primera obra -Minueto y Trío para teclado-, y luego continuarían diecisiete óperas, cuarenta y una sinfonías, veintisiete conciertos y diecisiete sonatas.  Después de todo eso, se había ganado el derecho de retirarse a los treinta y cinco años de esta vida. Ya era, como dice Barenboimm, algo aparte de la música (parece que, en la historia de la música, están por un lado los músicos geniales -como los destacados y aquellos que son malos-, y aparte de todos ellos, muy, muy aparte, está Wolfgang Amadeus Mozart).

La música de Mozart posee propiedades particulares: sus ritmos, melodías, tonos y frecuencias logran reforzar las vías neuronales estimulando sus habilidades espacio-temporales en la corteza cerebral (conocido como el 'Efecto Mozart'), especialmente lo relacionado con el hemisferio derecho. Su secreto reside en que los sonidos de sus melodías son simples y puros (ni un tapiz deslumbrante como el genio matemático de Bach, ni una marejada de emociones como el torturado Beethoven, diria Capbell) . Pero no toda la música produce algo en nuestras neuronas, sino aquella de frecuencia alta (con ondas musicales de largo plazo, es decir, con una media de 30'') como los conciertos para violín 3 y 4, para alcanzar efectos a nivel cognitivo (desde ya, la música simple y repetitiva no produce plasticidad cerebral, antes por el contrario...). En el caso de la hecha por Mozart, el efecto es el estado de distensión neuronal, propicio para la creatividad. El efecto se produce debido a los ritmos, melodías y frecuencias, extremadamente armónicas,  y que conforman un relato o un cuento de hadas. Ello estimula el neo-córtex y el sistema límbico; permitiendo de esta forma que la persona que escucha la música vibre de forma cognitiva y también emotiva. Aquí es donde la música se transforma en acción: los que sostienen esta teoría, como el Doctor Gordon Shaw y el neurobiólogo Marc Bodner, asumen que las emociones no son  sentimientos, sino impulsos instantáneos con los que nos enfrentarnos a la vida. Y es por ellos que la música  activa las redes neuronales e incide en la concentración, atención y memoria, factores fundamentales en el proceso del aprendizaje.


Albert Einstein creía que apreciar la buena ciencia y buena música demandaban procesos mentales similares. Era muy conocida su distracción con el violín durante sus estudios. Sus biógrafos refuerzan este halo que rodea a Einstein y el efecto Mozart sosteniendo que el físico escuchaba su música cuando estudiaba: Amaba la Sonata K448 y la Sonata para dos pianos en Re Mayor.



22/03/2011

La Verdadera Historia del 404.


Curiosa historia (y como muchas de las curiosas, hay quienes dicen que es un mito urbano). Parecería digna de 1984 de George Orwell, y su nefasta habitación 101 (inspirada en el número de oficina en que el autor trabajaba en la BBC), pero no es para temerle tanto - aunque cuando aparece, molesta.  El punto es que Internet no siempre fue como ahora. En el principio era sólo unas cuantas computadoras conectadas por un grupo de científicos del CERN, que se querían mantener al día entre sí con sus respectivos trabajos. Pero, que funcionase entre ellos, no quiere decir que estuviesen a favor de hacer que esa información se expandiese más allá de sus ordenadores. Por eso, comenzaron a desarrollar su protocolo cerrándolo, y convirtiendo a la red de la CERN en interna. Así, pensaron al edificio como sinónimo del universo, y colocaron varias funciones del protocolo en diferentes oficinas de la CERN. En el cuarto piso, estaba la base de datos central de lo que era la World Wide Web. Esto implicaba que cualquier pedido era conducido esa oficina, donde unas pocas personas lo buscaban y localizaban manualmente para  transferirlo por la red a quien lo había solicitado. Como ya lo deben suponer, la oficina era el 'Room 404'. 



Cuando la base de datos creció, y se convirtió en fuente de información de más interesados -muchos poco familiarizados con el sistema- esas personas que buscaban lo solicitado, enviaban una nota para informar que el documento no había sido hallado. En concreto: 'Sitio 404: archivo no encontrado'. Cuando esto siguió creciendo, y quienes trabajaban en 'la 404' fueron reemplazados por computadoras, los usuarios de esa red  comenzaron a acceder directamente a los documentos de la base, pero el mensaje estándar siguió siendo el mismo ('Error 404: file not found'). 
El ya famosos número de error es parte de la lista oficial de errores del HTTP (Hyper Text Transfer Protocol, o Protocolo para la Transferencia de Hipertexto), y, cuando nos topamos con uno -algo así como un paredón con que nos golpeamos cuando venimos en este dinámico y fluído camino de navegar de aquí para allá-, podemos encontrarnos con diferentes pantallas de “Error 404”: esto sucede porque los servidores de páginas web permiten que se personalice el diseño del mensaje. 



¡Ah! Casi lo olvidaba: parece que quienes dicen que esto es una leyenda urbana, sostienen que el número 404 se debe a: el primero 4 indica el tipo de respuesta (=“error del cliente”). Los siguientes números 0 y 4 indican el subtipo de error (="Not found"). Podemos cotejar su veracidad en la w3.org, que es quien vela por el estándar de las tres w, o World Wide Web. 


El resto es como siempre: el mito es más lindo, mientras su alternativa es más plausible. Siempre se trata de esta misma elección...





Confeito para Você: Quem foi Ostrogorski?




Seu nome era Moisei Yakovlevich e nasceu no ano 1854. Achava algo que a gente também suspeita (e receia): A propriedade natural de todo o poder consiste em concentrar-se. Partindo de lá, observou que os partidos políticos são meros instrumentos de dominação de elites escondidas por trás daquilo que chamava de 'programas omnibus' (isto é, programas que oferecem soluções universais que nunca se realizam). E isto acontece porque o indiferentismo político das massas leva a que os partidos políticos actuem sem o temor de ser controlados.




Com essa passagem, tão curtinha mesmo, acho que dá para se interesar por ele e procurar sua escrita, né?